Por: Jose Paschu
Redactor / Director
Tras ocho años
de ausencia y varias visitas a nuestro país en las que la capital del Valle
había quedado por fuera, Enrique Bunbury
regresó a Cali dentro de la gira latinoamericana de su más reciente álbum, “Licenciado Cantinas”.
Decimos esta
ciudad, cuando el local escogido por la Organización del evento, Zen
Productions, fue el Centro de Eventos Valle del Pacífico localizado en el
vecino municipio de Yumbo cuya capacidad se dice es de tres mil personas y que,
admitámoslo, es quizás el único espacio que se facilita para espectáculos
musicales de este nivel o certámenes como el ExpoShow pese a estar alejado de Cali y lo que ello implica. En
esta ocasión no se habilitaron los baños del área pública, instalándose algunos
módulos sanitarios móviles.
Tras el desorden
en Producción, ingresamos justo minutos antes de que Bunbury iniciara su tan esperada presentación, a las 9:15 PM. Este,
develó un repertorio que dio cuenta de buena parte de su discografía: “Radical Sonora”, “Pequeño”, “Flamingos”,
“El Viaje a Ninguna Parte”, “Hellville DeLuxe”, “Las Consecuencias” y por
supuesto “Licenciado Cantinas”, lanzado
el 13 de diciembre de 2011 que llegó a nuestras tiendas locales días después.
La instrumental
“El Mar, El Cielo y Tu” sirvió de preludio para que los músicos de Los Santos Inocentes, su banda, abriesen
tarima en la previa a la salida de Enrique
Ortiz de Landázuri Izarduy. En adelante se daría una inmensa comunión con el
público que no dejó de corear, canción tras canción y en su orden: “Llévame”,
“El Solitario”, “Big Bang”, “La Señorita Hermafrodita”, “El Extranjero”,
“Odiame”, “El Anzuelo”, “No Me Llames Cariño”, “Animas Que No Amanezca”, “Los Habitantes”,
“Sácame de Aquí”, “Que Tengas Suertecita”, “El Día de Mi Suerte”, “De Todo El
Mundo”, “Sí”, “El Hombre Delgado Que No Flaqueará Jamás”, “El Cielo Está Dentro
de Mí”, “Porque Las Cosas Cambian”, “Infinito”, “Nunca Se Convence del Todo a
Nadie de Nada”, “Solo Si Me Perdonas”, despidiéndose definitivamente tras dos
horas de show e igual número de
vueltas a escena con “Y al Final”.
Terminó así la noche
de la mano de este vocalista a quien le seguimos personalmente su carrera desde
comienzos de la década del noventa cuando hacía parte de Héroes del Silencio. Para
destacar, la calidad del sonido y el set
de luces en el escenario.
El lunar, nada
es perfecto ni podemos esperar que así sea, se puede resumir en una sola palabra:
Desorden. No tiene presentación el que alguien del público asumiera megáfono en
mano, intentar que la gente se organizase ante el caos que se formó en las
puertas. Llama la atención la ausencia de información con respecto a la no
realización de la promocionada Fiesta de Remate, sea cual fuere el motivo, terminado
el concierto en la que se anunció una agrupación local. Finalmente lo principal
era Bunbury y esto sí que llenó las
expectativas de quienes ahí estuvimos.
Mientras tanto y con más de dos décadas
de asistir, ya sea como espectadores o en el lustro reciente como Prensa,
acreditada o no, a pequeños, medianos y grandes eventos de rock a nivel
nacional, pareciera que en nuestra ciudad aún nos sigue faltando pelo pa moño amén de quienes de manera obtusa intentan
demeritar artistas desde la preferencia personal y falso púlpito social lo cual
es reflejo, no faltan las sorpresas, de limitadas cultura y valores en una escena
local a todo nivel permeada por envidias, frustraciones, escasa autocrítica, inciertas
palmaditas en la espalda, odios enquistados, intereses acomodados, logros torpemente
magnificados y guerra sucia abierta o soterrada. ¿Acaso quienes a nivel mundial
han acompañado a Enrique Bunbury en
sus más de quince años como solista, que hicieron que el Artista obtuviese
recientemente disco de oro en ventas por su última producción adquiriéndola en
original, están realmente sordos?
Respetar la
diferencia, así no se comparta, ha sido, es y seguirá siendo nuestra
declaración pública de principios como Medio de Prensa independiente.
Agradecimientos
especiales para nuestro amigo y colega Jhon Harold Castrillón Jhaco, por cedernos amablemente algunas
de sus fotos. Hasta la próxima. Cavernet
Rock.