martes, 12 de junio de 2012

LICENCIADO CANTINAS EN CALI (COLOMBIA) - Crónica


Por: Jose Paschu 
Redactor / Director


Tras ocho años de ausencia y varias visitas a nuestro país en las que la capital del Valle había quedado por fuera, Enrique Bunbury regresó a Cali dentro de la gira latinoamericana de su más reciente álbum, “Licenciado Cantinas”.
Decimos esta ciudad, cuando el local escogido por la Organización del evento, Zen Productions, fue el Centro de Eventos Valle del Pacífico localizado en el vecino municipio de Yumbo cuya capacidad se dice es de tres mil personas y que, admitámoslo, es quizás el único espacio que se facilita para espectáculos musicales de este nivel o certámenes como el ExpoShow pese a estar alejado de Cali y lo que ello implica. En esta ocasión no se habilitaron los baños del área pública, instalándose algunos módulos sanitarios móviles.

Tras el desorden en Producción, ingresamos justo minutos antes de que Bunbury iniciara su tan esperada presentación, a las 9:15 PM. Este, develó un repertorio que dio cuenta de buena parte de su discografía: “Radical Sonora”, “Pequeño”, “Flamingos”, “El Viaje a Ninguna Parte”, “Hellville DeLuxe”, “Las Consecuencias” y por supuesto “Licenciado Cantinas”, lanzado el 13 de diciembre de 2011 que llegó a nuestras tiendas locales días después.
La instrumental “El Mar, El Cielo y Tu” sirvió de preludio para que los músicos de Los Santos Inocentes, su banda, abriesen tarima en la previa a la salida de Enrique Ortiz de Landázuri Izarduy. En adelante se daría una inmensa comunión con el público que no dejó de corear, canción tras canción y en su orden: “Llévame”, “El Solitario”, “Big Bang”, “La Señorita Hermafrodita”, “El Extranjero”, “Odiame”, “El Anzuelo”, “No Me Llames Cariño”, “Animas Que No Amanezca”, “Los Habitantes”, “Sácame de Aquí”, “Que Tengas Suertecita”, “El Día de Mi Suerte”, “De Todo El Mundo”, “Sí”, “El Hombre Delgado Que No Flaqueará Jamás”, “El Cielo Está Dentro de Mí”, “Porque Las Cosas Cambian”, “Infinito”, “Nunca Se Convence del Todo a Nadie de Nada”, “Solo Si Me Perdonas”, despidiéndose definitivamente tras dos horas de show e igual número de vueltas a escena con “Y al Final”.
Terminó así la noche de la mano de este vocalista a quien le seguimos personalmente su carrera desde comienzos de la década del noventa cuando hacía parte de Héroes del Silencio. Para destacar, la calidad del sonido y el set de luces en el escenario.

El lunar, nada es perfecto ni podemos esperar que así sea, se puede resumir en una sola palabra: Desorden. No tiene presentación el que alguien del público asumiera megáfono en mano, intentar que la gente se organizase ante el caos que se formó en las puertas. Llama la atención la ausencia de información con respecto a la no realización de la promocionada Fiesta de Remate, sea cual fuere el motivo, terminado el concierto en la que se anunció una agrupación local. Finalmente lo principal era Bunbury y esto sí que llenó las expectativas de quienes ahí estuvimos. 
Mientras tanto y con más de dos décadas de asistir, ya sea como espectadores o en el lustro reciente como Prensa, acreditada o no, a pequeños, medianos y grandes eventos de rock a nivel nacional, pareciera que en nuestra ciudad aún nos sigue faltando pelo pa moño amén de quienes de manera obtusa intentan demeritar artistas desde la preferencia personal y falso púlpito social lo cual es reflejo, no faltan las sorpresas, de limitadas cultura y valores en una escena local a todo nivel permeada por envidias, frustraciones, escasa autocrítica, inciertas palmaditas en la espalda, odios enquistados, intereses acomodados, logros torpemente magnificados y guerra sucia abierta o soterrada. ¿Acaso quienes a nivel mundial han acompañado a Enrique Bunbury en sus más de quince años como solista, que hicieron que el Artista obtuviese recientemente disco de oro en ventas por su última producción adquiriéndola en original, están realmente sordos?
Respetar la diferencia, así no se comparta, ha sido, es y seguirá siendo nuestra declaración pública de principios como Medio de Prensa independiente.

Agradecimientos especiales para nuestro amigo y colega Jhon Harold Castrillón Jhaco, por cedernos amablemente algunas de sus fotos. Hasta la próxima. Cavernet Rock.