viernes, 24 de abril de 2015

CORONER EN CALI, COLOMBIA. LA MIRADA DE UN ASISTENTE NOSTÁLGICO - Crónica

Por: Juan Carlos Calle González
Especial para Cavernet Rock


Total Desaster Metal Fest
18 . 04 . 2015
Alterno Bar, Cali

En la madrugada del 19 de abril se subió a la tarima de Alterno Bar en la ciudad de Cali la banda suiza Coroner para brindar a un aforo de unas 200 personas un magnífico concierto cargado de sonidos no convencionales para una agrupación a la que usualmente se le encasilla dentro del subgénero del metal, como thrash.

Aproximadamente a la 1:30 de la mañana y en el marco del festival de música Total Desaster Metal Fest acompañado del Festival Thrash la Unión, el trío compuesto por Ron Broder, Tommy Vetterli y el debutante en Colombia en la batería Diego Rapacchietti, así como el músico itinerante de la banda Daniel Stoessel, quien se encarga de un activo trabajo en teclados y secuencias sintetizadas, cerró este festival que precedió a un nutrido cartel de bandas nacionales con sonidos similares.

Para relatar mi experiencia personal como asistente al recital de los suizos, debo hacer un salto en el tiempo y remontarme a 1997, que fuera el año en que conocí parte de la discografía del trío alpino.

Cursaba noveno grado en un colegio que odiaba por su capacidad cercenadora de las aptitudes artísticas de algunos de sus estudiantes, pero que ciertos individuos como yo, usábamos los resquicios del plantel educativo para hablar y escuchar de lo que nos apasionaba: Metal.

Así que uno de estos chicos, de cuyo nombre no tengo memoria, sacó de su morral un disco en formato CD con una perturbadora imagen de tres tipos delante de un fondo azul iluminados únicamente en sus ojos y haciendo una representación corporal onírica lograda con el movimiento de sus rostros de un lado a otro y capturada con una alta exposición en tiempo de la cámara fotográfica. Se trataba entonces de un álbum compilatorio lanzado por la banda en 1995 para cumplir con una última cláusula contractual de su antiguo sello discográfico llamado Noise Records.

Así que relegados a un rincón del colegio por ser políticamente incorrectos y no tan aceptados socialmente, este chico, un par más de otros grados y yo, comenzamos a disfrutar del bajo de Broder y los delirantes arpeggios de Vetterli. Empezaba entonces la necesidad de ir un poco más atrás en su música y descubrir de qué estaban hechos los helvéticos.

Volviendo al 18 de abril de 2015, en una inusual fría noche caleña, arribé junto a un grupo de amigos con la expectativa enorme de ver a Coroner por fin en vivo y mucho mejor, sin tener que viajar a otra ciudad, porque a un tipo se le ocurrió que podría funcionar traerlos a Cali. Desconozco si funcionó monetariamente para el empresario organizar el evento, pero para mí y los que me acompañaban, funcionó perfectamente.

Habiendo visto un par de bandas nacionales, soportando las falencias sonoras a las que uno ya está acostumbrado en este tipo de conciertos, y estos grupos también, dieron paso a los mencionados músicos suizos.

No quiero profundizar en lo tarde que comenzó el concierto, pues la verdad no me importaba, yo quería ver por fin a Coroner. Ayudados de lo que parecían 3 roadies ajustaron sus instrumentos meticulosamente y más de lo usual para una banda veterana. Aunque debo escribir en este espacio que es más que comprensible dada la complejidad de sonidos melódicos y por otro lado, es que no hacen muchas giras, de hecho, Coroner retomó sus ensayos solo hasta 2011, 16 años después de su última publicación discográfica, esto debido a factores que se salen de nuestra comprensión.

No hubo nada de parafernalia en el inicio de su show, no hubo nada fuera de lo común, solo se subieron al escenario y comenzaron a tocar. Lo sorprendente es la manera en que lo hicieron y de eso sí me entusiasma escribirles.

Tommy Vetterli comenzó a sonar sus primeros acordes acompañado de los ruidos sintetizados de Stoessel con el oscuro corte de su álbum autodenominado “Coroner”, “Golden Cashmere Sleeper Parte 1”, que por demás avasalló mis oídos sumergiéndome en una visión cargada de plañideras coladas en Medicina Legal.

Acto seguido, aceleraron el tempo con “Divine Step”, devolviéndonos a 1991 y demostraron sus virtudes melódicas y arpeggios voluminosos en una oleada de thrash digno del continente que representan, mezclados luego con golpes de batería bastante acompasados en una marcha cadenciosa y divina en “Serpent Moves”.

Tiempo para hablar y agradecer al respetable con un inglés seco, dándonos la bienvenida a la horda de metaleros que asistimos a su recital para impactarnos de inmediato con “Internal Conflicts” de su aclamado y último disco en el año 93, “Grin”. Ron Broder cantó muy bien.

Continuó la esperadísima “D.O.A.” y el auge del público se lo hizo notar a la banda, así como lo hizo cuando descargaron “Son of Lilith” de ese tremendo disco llamado “Mental Vortex” y en seguidilla tocando “The Lethargic Age”, “Semtex Revolution” y “Tunnel of Pain”, ésta última del trabajo discográfico que más he disfrutado de su discografía, “No More Color”. Buena ejecución en la guitarra con efectos y texturas sintetizadas que ayudaban a crear una atmósfera no tan cruda, sino más bien elaborada de un thrash bien definido y con sello propio, como los quesos o los chocolates de su madre patria.

“Status:Still Thinking”, de nuevo haciendo presencia el álbum “Grin” y una voz potente de Broder, seguro con sus cadenciosas líneas de bajo que depositaban toda la confianza al público de una veterana banda de músicos que sin proponer una música muy ostentosa, lograron dejar una muy buena sensación de virtuosismo y madurez sonora.

Así pues, con “Metamorphosis” reafirmaron su buena condición musical y le dieron su merecido a quienes pensaban que la banda estaba oxidada.

Como castigo a la decadencia nos regalaron la obligada “Masked Jackal”, que siempre suena bien y es fácil de corear, finalizando su acto con la canción “Grin (Nails Hurt)” antes de un necesario Encore, pues como fanático de la banda, se me hizo muy corta su presentación, ya que quería que tocaran hasta el amanecer.

Los asistentes no se resignaban a dejarlos ir porque pedían a gritos “Reborn Through Hate” y así lo hicieron, luego para la despedida definitiva, sentí que me dieron gusto con la canción “Die By My Hand”, de lejos lo mejor que tiene Coroner para mi gusto personal.

Me quedó una buena sensación, quedé contento, fue un setlist justo, casi de 2 horas.

Debo anotar que su nuevo baterista es efectivo, nada pretencioso, pero preciso y tiene lo que se necesita para una banda de estas características. Lo hizo bien. Me hizo mucha falta la interpretación de temas como “Shifter”, “Last Entertainment”, “Read My Scars” y “Der Mussolini”, entre otras. Aunque, aduciendo a la sinceridad, sí creo que tocaron “Read My Scars”, pero en realidad no lo tengo bien presente.


Me gustó el evento, no me gustó la impuntualidad del mismo pero quisiera que los Odines y Quijotes que organizan este tipo de fiestas las sigan haciendo, los insto a que perseveren en sus pretensiones musicales, sé que mucha gente seguirá apreciando este tipo de espacios. No sabes qué banda te pueda sorprender aquí mismo en tu ciudad.









Juan Carlos Calle González
14 . 04 . 1980
Comunicador Social y Realizador Audiovisual
Cali





martes, 21 de abril de 2015

KISS 40TH ANNIVERSARY BOGOTÁ 2015 - Crónica

Por: Jhon Harold Castrillón Lozano, Jhaco
Fotos: Jhaco
Especial para Cavernet Rock

Abril 10 de 2015
Estadio El Campín
Bogotá, Colombia

“All right Bogotá…You wanted the best, you got the best…The hottest band in the world, KISS”. Solo estas frases y unas cuantas imágenes de los cuatro enmascarados de Nueva York dirigiéndose en sus brillantes armaduras hacia el escenario, bastan para que el cuerpo y el alma entera de los casi 9.000 colombianos del Kiss Army olviden ansiedad, clima y cansancio tras seis años y largas horas de espera. Por fin el estadio El Campín de Bogotá presenció cómo se izaba por segunda vez la tan emblemática cortina negra de letras plateadas la cual mostraba síntomas de deterioro, pero que al ser bombardeada por las demenciales luces, cae ante los emocionados y aún maravillados ojos (ojos, cámaras, celulares y cualquier dispositivo disponible) de los verdaderos fanáticos, logrando que poco o nada más importe para dar inicio al mejor espectáculo de rock que se haya visto nunca, en mi opinión personal.
La primera muestra del arsenal de KISS, fue una bocanada de pirotecnia, humo y luces llamada “Detroit Rock City”, la cual se sintió como una verdadera bala de cañón que explotó nuestros sentidos. Valga la pena mencionar que, aunque esta vez el escenario fue de menores proporciones respecto al de 2009 y tampoco era el espectacular escenario de “Monster”, todos los elementos tecnológicos y visuales que los fanáticos tenemos más que grabados en la memoria, demostraron la calidad musical y majestuosidad escénica de una banda que se consolidó con cada show a lo largo de 40 años  rockeando por todo el mundo. La explosión ascendente de energía y emoción comandada por Starchild, The Demon, Spaceman y Catman, continúo enloqueciendo almas con algo más reciente como “Psycho Circus” y un segmento bastante incandescente del “Creatures Of The Night”, con infaltables como el mismo “Creatures”, “I Love It Loud” y “War Machine”, la cual encendió la noche con el inmortal Demon escupiendo fuego. El fuego, las luces, los lásers y la constante pirotecnia enmarcaban visualmente, como recuerdos imborrables, grandes clásicos como “Do You Love Me?”, “Deuce”, que fuera la apertura del anterior concierto y “Parasite”, sin dejar de lado el explosivo solo de guitarra de Tommy Thayer disparando cohetes haciendo honor a su alter ego, Spaceman, en el más reciente éxito de la banda “Hell Or Hallelujah”.
Como ocurrió en 2009, esta vez todo El Campín coreaba a Stanley que tocaran “Forever”, la cual no suele hacer parte del setlist de KISS y aunque este anunciaba “Lick It Up” con algo de molestia, sorteó la situación. No pasó mucho tiempo hasta que de nuevo Simmons, haciendo alarde de su malvado y oscuro personaje, dominara la atención y creciente emoción de todo su ejército atrayendo todas las cámaras además, con su acto demencial de escupir sangre en medio de un solo de bajo lleno de fuerza seguido obviamente por el tan esperado vuelo hasta lo alto del escenario donde nos deja claro quién es el verdadero y único Dios del Trueno.

Como era de esperarse, no hubo una sola interpretación que la multitud no coreara tan alto que estremeciera el calmado cielo bogotano. KISS, entre grandes clásicos de los 70 y 80, como “Hide Your Heart”, “Shout It Out Loud” y “I Was Made For Loving You”, no se cansó un solo instante de responder con más energía y agradecimientos, incluso en español, resaltando lo significativo que era para ellos no solo volver a Colombia sino también, que fuera este el país que abriera la gira por Sur América en la celebración de su cuadragésimo aniversario. La noche llegó al momento que muchos esperaban, Paul Stanley dice: “I´ll come out there to see you” y comienza el espectacular vuelo sobre sus fanáticos en la gramilla del estadio cantando a una sola voz, “Love Gun”. La euforia solo puede ir en aumento y es cuando Eric se levanta con todo y batería en medio de “Black Diamond”. Pirotecnia, humo y la espectacularidad de un show que no cansa ni dejará de maravillarnos y creo hablar por todos los seguidores que abarcan hasta tres generaciones.
El momento menos esperado del concierto, la gran fiesta de cierre, no menos espectacular, armonizada por el inmortal himno “Rock And Roll All Nite”. No sé si cometa una burrada, pero creo que para los rockeros, esta es nuestra Marcha Imperial. Una monumental explosión en la que todos los artefactos, luces, artilugios, millones de papeles, fanáticos y la propia banda, enloquecen en una sola histeria alcanzando así el clímax de la noche y reventando de energía, literalmente, cualquier escenario. Para este momento, hasta la última gota de energía y pasión por KISS ha sido dejada en la gramilla del Campín con lo cual la banda, a manera de despedida y agradecimiento, proyecta en las pantallas la frase que se hizo tan viral en las redes sociales debido al evidente error de escritura, “KISS LOVES YOU BOGATÁ” (sic.).
En general, el clima bogotano fue benevolente con los asistentes. Tarde muy soleada y una noche bastante fresca, sin lluvia. Considero que todo transcurrió en calma y el buen comportamiento se hizo notar, por lo menos en el costado del estadio acondicionado para el ingreso a la localidad que me correspondía. De igual manera fue la percepción generalizada a lo largo de todo el concierto y a la hora de salir a los alrededores, repito, por lo menos en el costado donde me encontraba. Debo decir que se siente alegría al ver la manera como KISS ha logrado reclutar a lo largo de estos 40 años de buena música, su ejército del rock, o como ellos bien nos llaman, “The Kiss Army”, logrando reunir tres generaciones bajo una misma euforia y derroche de buena energía. También, preocupa la notable disminución en la venta de boletería y asistencia al concierto. En su primera visita al país en abril de 2009, al Parque Simón Bolívar asistieron alrededor de 25.000 espectadores. En esta ocasión, solo asistimos cerca de 9.000, motivo por el cual supongo, no solo se cambió el lugar del evento para el estadio habilitando únicamente la gramilla, la cual no presentó lleno total, sino también que no se contratara agrupación nacional telonera.
Es posible que la banda no se haya llevado la mejor impresión en esta ocasión. Se hizo visible en la cantidad de material gráfico e impresiones compartidas en sus redes sociales, comparado con los demás países visitados en la gira, antes y en días siguientes. Muchos verdaderos fanáticos repitieron el que tal vez sea el mejor espectáculo de rock que hayan visto. Otros, aprovecharon esta nueva oportunidad para verlos por primera vez, lo que si quedó claro es que el concierto salió adelante aunque la calidad vocal ya no es la misma, obviamente. KISS cumplió con las altas expectativas de sus más fervientes seguidores y sigue demostrando cómo es que una banda se hace tan grande entregando por cuatro décadas y miles de shows por todo el mundo, toda la pasión y la energía que caracterizó desde sus inicios a estos cuatro enmascarados de Nueva York. Así se celebran 40 Años de música y así se resume el legado de una banda legendaria gritando a todo pulmón, “ROCK AND ROLL ALL NITE, PARTY EVERY DAY”.

Jhaco
14 . 11 . 1976
Arquitecto, Cali























miércoles, 1 de abril de 2015

FESTIVAL ROCK COMUNA 4 ARANJUEZ, MEDELLÍN (Colombia) – Crónica

Por: Jose Paschu
Director
Fotos: JF.Paschu 
(*) Excepto: Karen Loaiza, especial para Cavernet Rock

28 . 03 . 2015
IE Gilberto Alzate Avendaño
Medellín, Colombia

Se realizó a finales de marzo la séptima versión de este festival que año tras año tiene lugar en la capital antioqueña.
 
Heimdeath.
Al momento de ingresar se preparaba la agrupación Heimdeath. Antes de ello habían pasado aquellas bandas de géneros como el stoner, el indie, el nu metal, el punk y el ska, hablamos de Kbezas de Rocka, Clownfobie, G.P., La Sinfoniska, Nación Criminal y The Clocks.
 
Iron Command.
Heimdeath, heavy thrash metal, antecedió a Iron Command y su heavy metal clásico de alineación mixta. Aorta y su metal metrallo continuó con la programación en estricto orden horario. Warthrash, nos brindó un contundente thrash metal cuando ya habían pasado las 9:00 PM.
 
Aorta.
Revenge, fue el encargado de proseguir con la descarga de metal nacional. Presentaban su más reciente álbum, Harder Than Steel, con gran receptividad entre los asistentes que cada vez llegaban en mayor número. Si bien es cierto que les hemos visto en vivo en diferentes regiones del país, era más que justo poder hacerlo en su ciudad natal.
 
Revenge.
Witchtrap sería la banda encargada de cerrar la noche. Con toda la energía posible, descargaron en una hora lo mejor de su repertorio acuñado en veinte años de carrera y cada una de sus canciones que se coreaban como himnos, entre ellos el clásico “Heavy Drinker”.
 
(*) Witchtrap.
Qué gran concierto el que vivimos, muy buena afluencia de público en su mayoría muy joven lo cual es altamente positivo y que de acuerdo a sus organizadores superó en mucho las pasadas ediciones. El C4 Aranjuez es un festival que se ha posicionado dentro de la escena local con el paso del tiempo. Destacamos que ninguna banda del segmento citado se atrevió a interpretar covers.


Saludamos y agradecemos a nuestros amigos en la capital antioqueña, Hugo Caro, Jaider Mejía, Juan Pablo Arroyave, los señores de Revenge y Karen Loaiza, quien con nuestra cámara registró los mejores momentos de Witchtrap. Gracias, Medellín Ciudad Metal, hasta la próxima. Cavernet Rock.

"Metal Warriors", Revenge - En Vivo C4 Aranjuez