Redactor / Director
El
21 de abril anterior, tuvo lugar en Cali el regreso del reconocido y recordado Encuentro
de Metal en su octava versión, cuya última edición se había realizado
en 2007. Este se remonta a los años finales de la década del noventa
caracterizándose por realizar eliminatorias previas para las bandas locales y
cerrar con un concierto final junto a destacados grupos nacionales entre los
cuales podemos contar a Neurosis, Ingrand, Kilcrops, Goretrade, Under Threat y
Twilight Glimmer, incluso internacionales como Total Death, Chaos Avatar y
Etánisis, entre otros.
Snyper Target
La
Eliminatoria previa para el 8º Encuentro presentó un colectivo
de doce bandas caleñas y algunas de la vecina ciudad de Popayán dando como
resultado la elección de cuatro de ellas: Hostile
Age, JDHK, Parasite y Tormentor,
ésta representando a la capital del Cauca. El cartel lo completaron grupos
locales de variada propuesta (gothic,
death, thrash, black, hard core) y reconocida trayectoria: Estado de Coma, Nachzeher, Snyper Target,
Blaster, Occultus y Nameless
encabezados por los bogotanos Neurosis,
quienes regresaban a Cali tras una prolongada ausencia.
Blaster
Al
momento de ingresar, JDHK terminaba
su participación, le seguirían Snyper
Target, Blaster, Estado de Coma, Occultus y Parasite que
calentaron el ánimo de los asistentes que lastimosamente, no acudieron en el
número que se esperaba para el gran cartel que se tenía en el papel además del
tamaño del local como lo es Alterno Bar, para muchos el más cómodo que pueda
tener esta ciudad cuyo aforo ronda las 800 personas.
Estado de Coma
Parasite
Nachzeher, Tormentor, Nameless y Neurosis
cerraron la noche de metal nacional ante un público que si bien había aumentado
en cantidad, no era como para echar voladores de éxito en cuanto a lo comercial,
por decirlo de alguna forma. En lo musical el nivel de las bandas fue más que
inobjetable.
Lo
anterior no da para mucho análisis editorial. Se dice “a boca de calle” que Cali no es tan grande como Bogotá, donde se
suelen programar eventos como este, simultáneos o cada fin de semana, sin
incluir la avalancha de grupos internacionales que por supuesto, no pasan por
la capital del Valle y en los pocos recientes como los argentinos Toxic Wine o
Desaster de Alemania, no ingresa pagando el público que se supone debería. De
ahí que no sea del todo sorpresivo que se generen eventos como el malogrado
Obús o el promisorio y recién anunciado Barón Rojo en compañía de Arkangel en la muy cercana Buga.
Ciudades como esta y Tuluá han venido realizando eventos que
atraen, además de sus locales, a gente de municipios vecinos como Palmira, Pradera,
Cartago y hasta del Eje Cafetero contando además con el respaldo de sus respectivas
Alcaldías. Es el caso de Rock Al Parque
en Tuluá y Barón Rojo en Buga. Así las cosas, seguirá la escena de Cali en un
círculo complicado donde unos se quejan de la falta de apoyo, del que vale, de
comprar una boleta, que la misma supere el tabú de los cinco mil pesos y que
los niveles de asistencia y difusión no se midan con la falacia de los “Asistiré” o “Me Gusta” de la red social de Facebook.
Cavernet Rock como Medio de Prensa Acreditado
agradece nuevamente a Durán y todo el staff
de producción por el apoyo y atención para con nosotros desde el comienzo
cuando se lanzó esta nueva edición del Encuentro de Metal, a nuestros
colegas de Antares y el Movimiento Rock Cali. El remate sucedió al otro extremo
de la ciudad, en el sector de la Calle Quinta. Hasta la próxima.