martes, 19 de diciembre de 2017

FESTIVAL CALIBRE/CRUZADA DEL FUEGO 2017 – Crónica

Por: Redacción Cavernet Rock
Fotos: Cavernet Rock

Diciembre 1 y 2 de 2017
Coliseo de Tejo, Unidad Deportiva Panamericana
Cali, Colombia

El último mes de 2017 trajo consigo el evento principal del año para el rock/metal caleño que en esta nueva edición sería una alianza estratégica como en 2016 para optimizar tanto recursos de la Secretaría de Cultura como propios de la autogestión de la organización, muestra fehaciente de lo complejo que es hacer conciertos de mediano y gran formato en nuestra ciudad, de magnitud no comparable con el Altavoz ó el GritaRock, por citar dos a nivel país.

Es así como esta ocasión y a diferencia del año pasado, se agrupó en dos días temáticos con ocho bandas para el primero y once para el segundo, cada uno encabezado por internacionales de peso como Obituary y The Casualties, respectivamente.

Día 1, Metal:

La Cruzada del Fuego, el evento de metal más importante del género en Cali por antonomasia, anunció la leyenda del brutal death norteamericano acompañados de una selección por convocatoria de un buen cartel local iniciando con The Remains, a quienes habíamos visto recientemente en Tuluá y Dementor. Unos precisos y muy enérgicos Blackburned por primera vez tendrían una tarima grande en la ciudad para demostrar todo el poder de su hard rock/heavy metal contemporáneo que en febrero cumplirá cuatro años. Más que pendientes estamos de su primera placa la cual lleva meses en proceso. A continuación Nihil Obstat tomaría el lugar de Evil Darkness para demostrar porqué son un referente nacional en cuanto a death metal se refiere luego de tomar parte de Suffocation en Medellín en septiembre pasado.

Blackburned.
Nihil Obstat.

Desde Armenia, Evil Darkness tras superar contratiempos en carretera continuaría la descarga de brutal death de gran nivel con buena acogida del público que ya entrada la noche y con tremendo aguacero típico de la época del año, llegaba cada vez en gran número esperando el artista principal. Bloodshed, joven agrupación caleña cuyo EP debut reseñamos en julio y que en un año de trayectoria ha ascendido en la escena local y regional renovando la energía y propuesta del género en la capital del Valle, descargó su repertorio y covers de Belphegor y Grave dejando una cota muy alta que solo la superaría el acto central de la noche, Obituary.

Evil Darkness.
Bloodshed.

Cerca de 500 almas si no eran más, agrupadas bajo la cubierta del Coliseo de Tejo y ante una lluvia incesante, esperaban impacientes la salida de los de la Florida. Veinte años atrás, como pudimos constatar a voz de pasillo, era impensable creer poder tener a los hermanos Tardy en Cali.

Con ansias y muchas expectativas las almas apasionadas por el death metal esperaban por Obituary, el plato fuerte de la noche. Sin mucho retraso ni mayor parafernalia, el quinteto originario de la Florida, death metal old school, inició su show casi que a perfección con el horario previsto. “Redneck Stomp” como es costumbre en todos sus conciertos desde 2005 en que fue lanzada, fue la primera canción para ser interpretada. Se dice que esta canción instrumental contiene todos los elementos sonoros contundentes y propios de la banda por lo tanto al ser tocada en vivo para el ingeniero en consola, aparte de las pruebas de sonido previas es un certificado de calidad de lo que se viene para el público.

Después de un corto saludo de parte de John Tardy, la máquina destructora desplegó una a una, canciones que han sido significativas para la historia del death metal como “Sentence Day”, “Chopped In Half” y “Visions In My Head”, a lo que el público respondió enérgicamente a los riffs más que las letras a pesar de ser canciones nuevas. Terry Butler, pieza fundamental en el desarrollo de este género del metal como tal presentó un sonido realmente sorprendente. Su bajo sonaba compacto como concreto y contundente como una bofetada, Donald Tardy hacía lo propio en la batería con un estilo muy propio y triturador para tocar siendo la espina dorsal de la bestialidad de banda que son, Kenny Andrews no se quedaba atrás en la guitarra y Trevor Peres quien dio una clase magistral de cómo hacer death metal del más alto nivel tocando en mochos y con una Fender Stratocaster.

En vivo Obituary es una agrupación reconocida por su energía y su sonido compacto. La experticia y el acople en más de treinta años de tocar juntos y toda una vida dedicada a los sonidos extremos dio sus mejores frutos en la tarima de la Cruzada del Fuego. La recién lanzada, “A Lesson In Vengeance” fue interpretada como todo un  clásico pese a haber sido publicada este año. Es de apreciar que siendo una canción tan joven, haya sido tan bien digerida por el público. La agrupación ha sabido mantener su sonido primordial identificador intacto a través de los años, esa combinación de riffs minimalistas de sonido siniestro tocados en tiempos serenos con los agonizantes aullidos de Tardy  expresan profundo tormento y terror.

Entre canciones muy nuevas y composiciones realmente clásicas como “Dying” del Cause of Death y “Don´t Care” del World Demise, avanzó a ritmo constante el concierto deleitando totalmente a una masa palpitante de fanáticos durante aproximadamente hora y media del más rudo y rítmico death metal. Cabe resaltar que al final de concierto escuchamos varios comentarios lamentándose que tocaran “tan poco tiempo” y es entendible desde el punto de vista que cuando algo se disfruta tanto, el paso del tiempo no se siente, caso muy puntual en este concierto. Para terminar los Tardy Brothers y su combo tocaron con fuerza y clase el himno “Slowly We Rot”, coreado, gritado y aplaudido por el público.

Obituary dejó un buen sabor de boca y la barra muy alta en cuanto a presentaciones del estilo musical en esta ciudad. Fuimos muy afortunados de poder ver en vivo tal nivel de músicos y de una manera desgarradora cómo la historia del death metal de la Florida puede ser sentida en un condensado sonoro, aplastante, compacto. A pesar de contar con varias décadas encima dan la impresión de estar escuchando a los mismos “pelaos” que por allá en el ´84 les dio por hacer este ruido enérgico y brutal porque les encanta. Definitivamente aún se ve y se escucha lo mucho que lo disfrutan y cómo se divierten en tarima. ¡Tremendos!.

Así terminó la primera jornada ante la sorpresa acerca de que Nervochaos no se presentaría por motivos de último momento. Estamos seguros que no se les echó en falta.


Día 2, Rock:

El Festival Calibre, en más de una década se ha caracterizado por ser la insignia y principal escenario del rock alternativo en la Sultana del Valle. En este caso incluyó un colectivo de bandas que sabemos se destacan desde sus diferentes propuestas y que cuentan con público que asiste a los pequeños eventos del circulo local para el caso de Cali o nacional en el caso de Feed Blak, de Pasto. No deja de ser desmotivante la ausencia de dicho público que se perdió la ocasión, única en el año, de poder observar diez buenas bandas además de la internacional de cierre. Por supuesto independiente de que sean o no de nuestro gusto o interés personal y que estas tengan que hacer su rutina en vivo ante tan escasa asistencia, es lamentable desde todo punto de vista que el público alterno/rock/punk no haya apoyado –infame palabra del medio– el cartel del Calibre y que solo haya respondido con aguas tibias cuando se acercó el momento de tener a la última banda en tarima.

Red Sun Cult.

Destacamos el esfuerzo de Biofonic, que inició la tarde sumado a Coffee Machine, Coyote Rojo, Feed Blak y Azulados. Red Sun Cult, que había girado por México a finales de octubre y principios de noviembre con un EP reciente a cuyo lanzamiento asistimos, dio todo para quienes tenían ganas de verlos. Zola, metal power trío, hilvanó una correcta y muy destacada presentación. Paréntesis: Su promocionado ají rinde homenaje al tema del mismo nombre, “The End Of  Days To Come”, muy bueno y totalmente recomendado para los cultores del picante culinario.

Zola.
Sin Pudor.

De Bogotá, las chicas Sin Pudor llegarían cargadas de punk clásico luego de su paso por Rock Al Parque. Con muchas ganas y buen show, dieron todo tratando de hacer que la gente se moviera generando un tímido pogo al final de su participación. Con Immodium, que cuenta con dos álbumes y buen recorrido y Vientre, que no ahorró esfuerzos en llegar al público, cerró el bloque local/nacional cuando ya los neoyorkinos se encontraban en camerino listos para salir a escena y darle luz a una noche gris.


Sin presentaciones ni anuncios previos y con un intro con fragmentos de clásicos del género, The Casualties dió inicio a su presentación derrochando energía y ganas de llegar a sus seguidores. Con un medley de tres temas de sus paisanos Ramones y una gran selección de su discografía en 27 años de carrera, se despedirían para dar por terminada esta nueva edición de este Festival conjunto.



Agradecemos a la Organización en cabeza de Edwin Villareal, Carlos Balcázar y Danny Castillo, por seguir creyendo en la escena caleña y facilitar nuestra labor. Años atrás -nos incluimos- no llegamos a tan siquiera imaginar tener en casa a dos grandes bandas como Obituary y The Casualties y sabiendo de primera mano el potencial y nivel de las bandas locales y nacionales quién lo diría, al final fue el público del segundo día el que dejó la asignatura pendiente. Esperamos vernos en 2018 en una nueva versión con los mejores deseos de seguir uniendo fuerzas en esta tropical plaza. Agradecemos a Karent Hoyos quien por segunda vez colaboró con este medio de prensa con su registro gráfico. Así cerramos nuestra labor en cubrimiento de eventos por este año. Nos vemos en 2018. Cavernet Rock.

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