Por: Jeffrey Montoya
Colaborador Cavernet Rock
Fotos: J. Montoya
07 . 11 . 2015
Estadio Olimpic Park ANZ
Sídney
Qué puedo decir. Creo que en los sueños
de cualquier rockero siempre estará ver a AC/DC
no importa la edad o creencias. Pues, ya que Angus y sus muchachos no han hecho
más que cosechar éxitos durante cuarenta años de carrera, esta vez el sueño me
tocó vivirlo en Australia donde AC/DC juega de local por lo que se tuvieron que
organizar dos conciertos en el Olimpic Park, el estadio más grande de Sídney.
El entorno el pasado 7 de noviembre
pintaba muy bien, se podía respirar AC/DC por todas partes. Desde que desperté
no podía pensar en nada más que ello, que llegara la noche y siendo alrededor
de las 4:00 PM partí hacia el estadio. Suena algo extraño el ir tan tarde a un
concierto y más hablando de esta banda, pero Australia es un país donde las
filas no existen, la gente llega sobre la hora del concierto, unas dos o tres
horas antes llegan acaso los más fanáticos que quieren estar adelante. Al
llegar cerca de las 5:30 al estadio me encontré solo con unas 200 personas en
la entrada. A esa hora se abrieron las puertas y con una organización impecable
en la cual no hay requisas y las filas no paran de moverse gracias al buen
manejo y sistema logístico de eventos, a las 5:50 ya me encontraba dentro y en
primera fila con otro compatriota – Fernando Céspedes – ansiosos por ver a
AC/DC. A esa hora apenas empezaba a llegar la gente. Se veía un ambiente
genial, familias completas desde el abuelo hasta el nieto de cuatro años
portando con orgullo sus camisetas y los famosos cuernos.
Como teloneros estuvieron dos grupos, KINGSWOOD y THE HIVES, que en lo personal fue un ni fu, ni fa, un rock muy
alternativo que la verdad no me llamó mucho la atención. Siendo las 8:35 PM el
momento estaba próximo y, con un estadio lleno de fanáticos ansiosos por ver la
banda local retornar a su hogar después de cinco años, de un momento a otro se
apagaron las luces quedando todo en una oscuridad completa donde lo único que
resaltaba eran las miles de luces de los emblemáticos cuernos rojos alumbrando
que usa el público en cada recital del grupo. De pronto, con un espectacular
escenario lo cual es normal en AC/DC, se proyecta un video en el cual se
muestran dos astronautas en la luna que descubren el logo de la banda, en ese
mismo momento se observa un meteorito que inicia un vertiginoso viaje por el
espacio para acabar impactando contra el escenario provocando una ensordecedora
explosión que daría paso a la primera canción de la noche, ROCK OR BUST, de su más reciente producción en la que no podía
dejar de saltar aunque me encontré con un público totalmente diferente al de Suramérica
ya que aquí la gente no salta, no se empuja, simplemente como algunos dirían,
son unos “pechofrío” y otros, “tienen cultura”. Por aquel motivo
entendí por qué las bandas se emocionan cuando van al sur de América. Por otro
lado, así es como los australianos disfrutan su recital. Sin preámbulos y más
nada, AC/DC viaja al pasado para seguir con la segunda canción, SHOOT TO THRILL, en la cual mis ojos y
oídos no podían creer lo que estaba pasando viéndolos en vivo y un Angus
vestido de colegial con 60 años encima, que transmite la energía de un
adolescente de 16 y qué decir de Brian Johnson, que a sus 68 tiene mucho que
dar aún, un Clifford Williams que con 65 años sigue tocando como desde el
primer momento en que entró a AC/DC en 1977 sin quitar mérito a los más nuevos,
Stevie Young y Chris Slade, quienes se acoplaron muy bien a la gira.
De un momento a otro y sin muchas
palabras de Brian, se da paso a la tercera canción, HELL AIN´T A BAD PLACE TO BE, en la que los australianos solo
estaban prendiendo motores para lo que se venía y es que para la cuarta sonó la
potente BACK IN BLACK en la que la
banda mostró imágenes en blanco y negro en las pantallas laterales. Un sonido
contundente salía del escenario. Para la quinta entrega algo de su reciente
producción, PLAY BALL, en la cual
noté que poca gente la conocía pero igual seguían transmitiendo una energía
bestial en tarima. Luego un temazo, nada más y nada menos que DIRTY DEEDS DONE DIRT CHEAP en la cual
no se podía parar de saltar y cantar viendo a Angus que no dejaba de correr de
un lado para otro. Al terminar y abriendo paso para la séptima de la noche, las
luces se apagan y empieza una tormenta de rayos en las pantallas anunciando la
venida de THUNDERSTRUCK. Esta se
estaba convirtiendo en noche mágica con tanto poder y sonido en vivo y es que
cada canción de AC/DC es un himno y como para no creer, llegaría HIGH VOLTAGE una de mis favoritas por
como sonó y por como Angus y los suyos lo dejaron todo con el “I said high, high voltage rock and roll”.
Para la siguiente nos llevaron a su álbum Black
Ice para tocar ROCK AND ROLL TRAIN,
¡que en vivo suena del putas!
Pasando la mitad del concierto, con un
público enamorado de lo que estaba viendo, la tarima se vuelve a apagar
mientras una campana gigante sale del techo del escenario empezando a repicar avisándonos
que HELLS BELLS estaba por llegar y
aunque esperé ver a Brian colgar de ella lo cual no sucedió, lo que sí pasó fue
que lo dieron todo en el escenario y que esta canción sigue sonando con la
fuerza e intensidad desde el primer momento en que la hicieron.
Después de este himno, nos llevaron a su
más reciente producción para presentar BAPTISM
BY FIRE. Después de esta se vino una de mis preferidas, por la cual estaba
esperando escucharla, poder saltar y no parar de cantar, nada más y menos que YOU SHOOK ME ALL NIGHT LONG. Solo
quedaba esperar por una serie de clásicos que no hacían sino sentir más pasión
por los acca dacca como le dicen los aussies de cariño a la banda y es que se
vinieron las siguientes canciones, SIN
CITY, SHOT DOWN IN FLAMES, HAVE A DRINK ON ME y cerrando la tanda
una de las más esperadas por el público australiano, T.N.T., que sonó perfecta, con un sonido 10 de 10 y un escenario
lleno de luces a punto de explotar de tanto poder. Para la siguiente y faltando
poco para que la noche mágica se acercara a su fin, nos cuentan la historia de
Rosie, una mujer sin medidas perfectas pero que puede serlo, la famosa WHOLE LOTTA ROSIE con un escenario
espectacularmente adornado por un dibujo gigante de ella en 3D. Sin palabras me
dejaba AC/DC cada vez que tocaba una canción. Con un solo de guitarra del gran
Angus que duró más de quince minutos demostrando que aún tiene mucho para
brindar y en el que no paró de correr y tocar a toda velocidad. Al terminar,
dio la que sería la pre-despedida con la gran LET THERE BE ROCK con lo cual el estadio se cubriría con una
explosión de papeles blancos y amarillos. La gente sabía que se acercaba el
fin. Luego de esto abandonarían el escenario pero sabíamos que faltaba más.
Como todo lo bueno tiene un final, salió
AC/DC para decir adiós y de qué forma con una de las más esperadas en toda la
noche, HIGHWAY TO HELL, en la que
Angus y Brian demostraron que hay banda para largo rato. Ya para cerrar la
noche, con un concierto perfecto, aparecen varios cañones a los lados avisando
que el fin ha llegado y que era el momento de decir adiós con FOR THOSE ABOUT TO ROCK (WE SALUTE YOU).
Un final de ensueño lleno de fuegos artificiales, cañones explotando y un AC/DC
en el escenario que dejó cuerpo y alma para poder brindar una noche perfecta.
Tras años y años de éxitos, AC/DC está más vivo que nunca y estoy
seguro que esta no puede ser su última gira, aún tienen mucho qué dar y solo
para calificar esta noche le tendría que dar un 11 de 10. I said high…high…voltage,
rock and roll…
Setlist
completo:
1. Rock or Bust, 2. Shoot to Thrill, 3.
Hell Ain´t a Bad Place to Be, 4. Back in Black, 5. Play Ball, 6. Dirty Deeds
Done Dirt Cheap, 7. Thuderstruck, 8. High Voltage, 9. Rock ´N´Roll Train, 10.
Hells Bells, 11. Baptism by Fire, 12. You Shook Me All Night Long, 13. Sin
City, 14. Shot Down In Flames, 15. Have a Drink on Me, 16. T.N.T., 17. Whole
Lotta Rosie, 18. Let There Be Rock. Encore: 19. Highway To Hell, 20. For Those
About to Rock (We Salute You).
Jeffrey Montoya
Corresponsal en Australia