Fotos: Jhaco
Especial para Cavernet Rock
Abril 10 de 2015
Estadio El Campín
Bogotá, Colombia
“All right
Bogotá…You wanted the best, you got the best…The hottest band in the world,
KISS”. Solo
estas frases y unas cuantas imágenes de los cuatro enmascarados de Nueva York dirigiéndose
en sus brillantes armaduras hacia el escenario, bastan para que el cuerpo y el
alma entera de los casi 9.000 colombianos del Kiss Army olviden ansiedad, clima y cansancio tras seis años y
largas horas de espera. Por fin el estadio El Campín de Bogotá presenció cómo
se izaba por segunda vez la tan emblemática cortina negra de letras plateadas
la cual mostraba síntomas de deterioro, pero que al ser bombardeada por las
demenciales luces, cae ante los emocionados y aún maravillados ojos (ojos,
cámaras, celulares y cualquier dispositivo disponible) de los verdaderos fanáticos,
logrando que poco o nada más importe para dar inicio al mejor espectáculo de rock
que se haya visto nunca, en mi opinión personal.
La
primera muestra del arsenal de KISS, fue una bocanada de pirotecnia, humo y
luces llamada “Detroit Rock City”, la cual se sintió como una verdadera bala de
cañón que explotó nuestros sentidos. Valga la pena mencionar que, aunque esta
vez el escenario fue de menores proporciones respecto al de 2009 y tampoco era
el espectacular escenario de “Monster”,
todos los elementos tecnológicos y visuales que los fanáticos tenemos más que
grabados en la memoria, demostraron la calidad musical y majestuosidad escénica
de una banda que se consolidó con cada show
a lo largo de 40 años rockeando por todo
el mundo. La explosión ascendente de energía y emoción comandada por Starchild,
The Demon, Spaceman y Catman, continúo enloqueciendo almas con algo más
reciente como “Psycho Circus” y un segmento bastante incandescente del “Creatures Of The Night”, con
infaltables como el mismo “Creatures”, “I Love It Loud” y “War Machine”, la
cual encendió la noche con el inmortal Demon escupiendo fuego. El fuego, las
luces, los lásers y la constante pirotecnia enmarcaban visualmente, como
recuerdos imborrables, grandes clásicos como “Do You Love Me?”, “Deuce”, que
fuera la apertura del anterior concierto y “Parasite”, sin dejar de lado el explosivo
solo de guitarra de Tommy Thayer disparando cohetes haciendo honor a su alter
ego, Spaceman, en el más reciente éxito de la banda “Hell Or Hallelujah”.
Como
ocurrió en 2009, esta vez todo El Campín coreaba a Stanley que tocaran “Forever”,
la cual no suele hacer parte del setlist
de KISS y aunque este anunciaba “Lick It Up” con algo de molestia, sorteó la
situación. No pasó mucho tiempo hasta que de nuevo Simmons, haciendo alarde de
su malvado y oscuro personaje, dominara la atención y creciente emoción de todo
su ejército atrayendo todas las cámaras además, con su acto demencial de
escupir sangre en medio de un solo de bajo lleno de fuerza seguido obviamente
por el tan esperado vuelo hasta lo alto del escenario donde nos deja claro
quién es el verdadero y único Dios del Trueno.
Como
era de esperarse, no hubo una sola interpretación que la multitud no coreara tan
alto que estremeciera el calmado cielo bogotano. KISS, entre grandes clásicos
de los 70 y 80, como “Hide Your Heart”, “Shout It Out Loud” y “I Was Made For Loving
You”, no se cansó un solo instante de responder con más energía y
agradecimientos, incluso en español, resaltando lo significativo que era para
ellos no solo volver a Colombia sino también, que fuera este el país que
abriera la gira por Sur América en la celebración de su cuadragésimo aniversario.
La noche llegó al momento que muchos esperaban, Paul Stanley dice: “I´ll come out there to see you” y
comienza el espectacular vuelo sobre sus fanáticos en la gramilla del estadio
cantando a una sola voz, “Love Gun”. La euforia solo puede ir en aumento y es
cuando Eric se levanta con todo y batería en medio de “Black Diamond”. Pirotecnia,
humo y la espectacularidad de un show
que no cansa ni dejará de maravillarnos y creo hablar por todos los seguidores
que abarcan hasta tres generaciones.
El
momento menos esperado del concierto, la gran fiesta de cierre, no menos
espectacular, armonizada por el inmortal himno “Rock And Roll All Nite”. No sé
si cometa una burrada, pero creo que para los rockeros, esta es nuestra Marcha Imperial. Una monumental
explosión en la que todos los artefactos, luces, artilugios, millones de
papeles, fanáticos y la propia banda, enloquecen en una sola histeria alcanzando
así el clímax de la noche y reventando de energía, literalmente, cualquier
escenario. Para este momento, hasta la última gota de energía y pasión por KISS
ha sido dejada en la gramilla del Campín con lo cual la banda, a manera de
despedida y agradecimiento, proyecta en las pantallas la frase que se hizo tan
viral en las redes sociales debido al evidente error de escritura, “KISS LOVES
YOU BOGATÁ” (sic.).
En
general, el clima bogotano fue benevolente con los asistentes. Tarde muy
soleada y una noche bastante fresca, sin lluvia. Considero que todo transcurrió
en calma y el buen comportamiento se hizo notar, por lo menos en el costado del
estadio acondicionado para el ingreso a la localidad que me correspondía. De
igual manera fue la percepción generalizada a lo largo de todo el concierto y a
la hora de salir a los alrededores, repito, por lo menos en el costado donde me
encontraba. Debo decir que se siente alegría al ver la manera como KISS ha
logrado reclutar a lo largo de estos 40 años de buena música, su ejército del rock,
o como ellos bien nos llaman, “The Kiss Army”, logrando reunir tres generaciones
bajo una misma euforia y derroche de buena energía. También, preocupa la
notable disminución en la venta de boletería y asistencia al concierto. En su
primera visita al país en abril de 2009, al Parque
Simón Bolívar asistieron alrededor de 25.000 espectadores. En esta ocasión,
solo asistimos cerca de 9.000, motivo por el cual supongo, no solo se cambió
el lugar del evento para el estadio habilitando únicamente la gramilla, la cual
no presentó lleno total, sino también que no se contratara agrupación nacional
telonera.
Es
posible que la banda no se haya llevado la mejor impresión en esta ocasión. Se
hizo visible en la cantidad de material gráfico e impresiones compartidas en
sus redes sociales, comparado con los demás países visitados en la gira, antes
y en días siguientes. Muchos verdaderos fanáticos repitieron el que tal vez sea
el mejor espectáculo de rock que hayan visto. Otros, aprovecharon esta nueva
oportunidad para verlos por primera vez, lo que si quedó claro es que el
concierto salió adelante aunque la calidad vocal ya no es la misma, obviamente.
KISS cumplió con las altas expectativas de sus más fervientes seguidores y
sigue demostrando cómo es que una banda se hace tan grande entregando por
cuatro décadas y miles de shows por todo el mundo, toda la pasión y la energía
que caracterizó desde sus inicios a estos cuatro enmascarados de Nueva York. Así
se celebran 40 Años de música y así se resume el legado de una banda legendaria
gritando a todo pulmón, “ROCK AND ROLL ALL NITE, PARTY EVERY DAY”.
Jhaco
14 . 11 . 1976
Arquitecto, Cali