Por: Alejandra Zapata
Especial para Cavernet Rock
La emoción se sentía desde muchos días antes,
los medios anunciaban el aplazamiento del clásico capitalino por el tan
esperado regreso de La Doncella de Hierro a Colombia, después de 13 años. Las
redes sociales estallaban de dudas sobre en qué y cuándo llegaría la banda,
muchos tenían la esperanza de ver el Ed
Force One, sin embargo, es sabido que este mítico avión ya no hace parte de
sus giras. El 22 de noviembre videos mostraron el aterrizaje de un jet privado
ERJ135 en el aeropuerto El Dorado de Bogotá, donde viajaba la mayoría de
integrantes de Iron Maiden. La alegría
se combinaba con el sinsabor del último adiós al exMaiden Paul Di’Anno,
cuyo funeral se realizó el 21 de noviembre en un cementerio de Londres,
Inglaterra. Una sentida despedida al
vocalista que con su voz logró que el público se enamorara de la banda
británica.
El 24 de noviembre, después de 356 días
esperando que el gran sueño se cumpliera, el estadio Nemesio Camacho “El Campín”
y sus alrededores se vistieron de Iron Maiden. No había desconocidos, personas
de todas las edades, con banderas de diferentes países, a todos nos unía una
misma ilusión: ver en vivo la banda de Heavy Metal más grande del mundo. El
cielo presentó el primer espectáculo con un atardecer de ensueño. El estadio
rápidamente se llenaba, la ansiedad se sentía en el aire. El telón se abrió con
Krönös, con canciones como “Igual que ayer”, “Fuego En Mis venas” y “Solo
Quiero Rock and Roll”. Después, mientras la espera se hacía eterna, el público
colombiano se animó con la popular “ola” de luces que hicieron que el estadio
brillara preparando el recibimiento de la Bestia.
De fondo empezó a sonar el intro: “Doctor, doctor, please. Oh, I’m goin’ fast”. De repente, todo es silencio hasta que hacen su explosiva entrada triunfal con la energía brutal que los caracteriza a cada uno, Steve, Bruce, Murray, Janick, Adrian y Nicko; era un sueño, todos por fin estaban ahí frente a la mirada atónita y extasiada de miles de fans. Los gritos, los aplausos, la música, las lágrimas; todo se combinaba en una sinfonía de felicidad. Todos en un mismo lugar coreando “Caught Somewhere In Time”, era casi un presagio pues el tiempo parecía detenerse y al mismo tiempo correr con mucha prisa. “SCREAM FOR ME BOGOTÁ!” resonó en el escenario y la respuesta no se hizo esperar. Luego cantamos “Stranger In A Strange Land” y después fue como estar en un viaje en el tiempo, pues sonaban canciones del último álbum Senjutsu, “The Writing On The Wall”, “Days Of Future Past”, “The Time Machine”, y luego nos regresábamos a las canciones del ´86. Inmerso en el repertorio sonó “The Prisoner” y todos al unísono, “Not a prisoner, I’m a free man”. Mermaron un poco la frecuencia con “Death Of The Celts” para después subirla toda con “Can I Play With Madness”. Luego, la joya “Heaven Can Wait” para después explotar con “Alexander The Great”. Posteriormente, miles de almas coreando “Fear Of The Dark” hicimos temblar el estadio. Antes del encore, nos fuimos a los inicios con “Iron Maiden”: “Oh, well, wherever. Wherever you are Iron Maiden’s gonna get you”. Nicko McBrain, el carismático y veterano baterista de la banda, fue el último en salir del escenario después de tirar sus baquetas. El silencio nuevamente, luego todos aclamando el regreso. De vuelta en tarima nos envolvió la magia de “Hell On Earth” para luego elevarnos al ritmo de la tan esperada “The Trooper” y finalmente, hacernos estremecer el cuerpo y el corazón con “Wasted Years”. “Face up, make your stand and realice you’re living in the golden years”. Al final, solo el silencio y la perplejidad ante lo que acababa de pasar, Maiden había vuelto a tocar en tierras colombianas en un show incomparable que seguramente quedará marcado en los corazones como un recuerdo inolvidable.
Bruce Dickinson, en sus diferentes
interacciones con el público, con su simpatía característica, aceptó que había
pasado bastante tiempo desde la última vez que la banda visitó Colombia, nos
aduló diciendo que somos el mejor público de la gira hasta ese momento, sin
embargo, no faltó el “regaño” pues tanto olor a hierba le estaba afectando la
voz, lo cual nos deja el interrogante de qué tanto estamos preparados
logísticamente para bandas de la talla de Maiden. Para terminar, justo antes de
irse, nos dejó soñando con el regreso: Run
For Your Lives World Tour en 2026, el cual incluirá canciones desde el
álbum Iron Maiden hasta el Fear Of The Dark y promete ser un evento
sin precedentes.