Por: Redacción Cavernet Rock
El
25 de mayo se realizó la proyección en simultánea internacional del concierto
de Roger Waters, en directo desde
Praga, Chequia, en 1.500 salas de cine en 50 países alrededor del mundo. En el
caso de Colombia, algunas salas en Bogotá, Cali y Barrancabermeja lo hicieron por
intermedio de Cinépolis.
Sorprendió la poca difusión en medios, pese a que desde aquí una vez nos enteramos, hicimos lo posible en nuestras redes sociales. Con todo y ello, muchos y muchas se dieron cuenta de manera tardía, tal vez debido a la noticia ese mismo día de su próximo concierto en Bogotá que saturó redes, comentarios y likes. Muy entendible artimaña de la organización. En lo que nos atañe, ya se tenían las boletas con la respectiva antelación en preventa.
El espectáculo tanto sonoro como visual continúa siendo de la mejor factura como acostumbra el genio creativo de Pink Floyd, quien no ahorra energía y vitalidad en tarima más allá de su discurso social y político - cada vez más afilado - en el que critica la desigualdad, la intolerancia y el considerado peor invento de la humanidad, la guerra.
En cuanto a lo musical, el repertorio de la gira se centra en su material solista, incluso algunas composiciones publicadas durante pandemia como “The Bar”, y por supuesto, mucho de lo que él mismo en sus palabras cita como “la antigua banda en la que en algún momento tocaba Rock And Roll”, en sarcástica referencia a Pink Floyd, elogiando a su amigo y compañero Syd Barrett con quien desde adolescentes soñaron hacer música.
La escenografía merece capítulo aparte. Compositivamente ubicado en el centro del O2 Arena de Praga, muy al estilo de lo que ya hicieron Def Leppard, Metallica y otros tantos; en el que las pantallas forman una cruz tridimensional volumétrica gigante proyectando textos e imágenes que complementan su manifiesto rematando al final del concierto de forma magistral y casi poética, al menos para nosotros los latinoamericanos, con el emblema Whipala, mal citado como “bandera inca”, que algunos incluso dentro de la desinformación típica de nuestro tiempo confunden con el tema LGBTI. Whipala, recordemos, fue el símbolo del antiguo imperio del sur de nuestro continente cuyo colorido significado ha sido redescubierto en tiempos recientes e incorporado en manifestaciones sociales y culturales como símbolo de unión de los territorios originarios antes de la mal llamada conquista y por supuesto, también como símbolo de resistencia. Pero esa es otra historia.
La
gira “This Is Not a Drill” llegará a
Colombia el 5 de diciembre en la ciudad de Bogotá, Coliseo Live, local de eventos
de reciente puesta en servicio en el que se prevé no tendrá el escenario central que hoy
vimos. Una gira la cual según el mismo Roger Waters dice, será el principio de
su despedida.
Agradecemos a nuestros amigos de Lágrimas de Acero por la invitación, al igual que a todos aquellos quienes hicieron eco de la convocatoria asistiendo a esta única función. Hasta la próxima. Cavernet Rock.
Canciones:
Set 1: 1. Comfortably Numb, 2. The Happiest Days Of Our Lives, 3. Another Brick In The Wall, Part 2, 4. Another Brick In The Wall, Part 3, 5. The Powers That Be, 6. The Bravery Of Being Out Of Range, 7. The Bar, 8. Have A Cigar, 9. Wish You Were Here, 10. Shine On You Crazy Diamond (Parts VI-IX), 11. Sheep.
Intermedio: 20 minutos.
Set 2: 1. In The Flesh, 2. Run Like Hell, 3. Stop, 4. Déja Vu, 5. Déja Vu (Reprise), 6. Is This The Life We Really Want? 7. Money, 8. Us And Them, 9. Any Colour You Like, 10. Brain Damage, 11. Eclipse.
Encore: 1. Two Suns In The Sunset, 2. The Bar (Reprise), 3. Outside The Wall.