domingo, 30 de abril de 2023

MONSTERS OF ROCK COLOMBIA 2023 – Reportaje.

 Por: Diego Moncaleano . Especial para Cavernet Rock

Fotos: D. Moncaleano . E. Pachichana/Pachichaniando

¿Qué decir que ya no se haya dicho del Monsters of Rock en Colombia?

Un evento que dejó huella en más de 40.000 asistentes el pasado sábado 15 de abril en el estadio Nemesio Camacho El Campín con una duración de más de trece horas desde la apertura de las puertas a las 11:00 am hasta el “Gracias Bogota” de Kiss a las 12:00 am. El Campin y sus alrededores se vistieron de negro para celebrar dicho acontecimiento, desde temprano se sentía la hermandad entre los seguidores de Kiss, Scorpions, Deep Purple, Helloween y Angra mientras que, en Cali, siendo las 12:40 pm algunos seguidores esperábamos el vuelo de la 1:30 pm para llegar a la capital a eso de las 2:15 pm. Situaciones, imprevistos y demás, hicieron que fuese de más de una hora arribando a Bogotá a eso de las 2:40 pm. Media mancha negra se bajó del avión con prontitud para alcanzar a ver el show de Las Calabazas (Helloween), sabiendo de antemano todos los de ese vuelo que ya sería en otra oportunidad que veríamos a Angra con Fabio Lione a la cabeza.

En nuestro caso particular (Mi esposa y yo) arribamos al estadio justo cuando Helloween terminaba con su famoso “I Want Out”. Fue en ese momento cuando nuestros boletos de entrada cobraron vida para finalmente localizar nuestras sillas y disfrutar de lo que estaba por venir: Deep Purple, Scorpions y claro, Kiss.


Deep Purple partió el evento en un antes y un después. De las únicas bandas que salió sin cortina de presentación y que solo tuvo como acto previo la majestuosa obra de Gustav Holst “Marte, El Dios de la Guerra”. Un abrebocas que dejaba a todo el mundo de pie para recibir a Ian Gillan y su combo. El crescendo de “Highway Star” hizo que todos nos miráramos con asombro y nos agarráramos la cabeza de la emoción. No podíamos creer que estos señores arrancaran con semejante voltaje y que enseguida tocaran “Pictures of Home”. Si la fiesta ya estaba buena, Deep Purple la mejoró y puso la vara muy alta. La voz de Ian Gillan era majestuosa, un tenor de 77 años de edad a quien le temblaba el brazo pero no su voz, ni qué decir del resto, especialmente de la majestuosidad de Ian Paice y Roger Glover, sin dejar atrás a quien nos puso a cantar el himno de nuestra nación, el señor Don Airey y claro, presentando a su nuevo guitarrista Simon McBride quien estuvo a la altura. Nada se compara con 40.000 almas cantando “Smoke on the Water”, fue simplemente indescriptible.


Terminaba Deep Purple con “Black Night” dejándonos con el cielo estrellado de la capital y listos para recibir a Scorpions que venía promocionando su nuevo álbum lanzado el año pasado titulado Rock Believer. Obviamente no faltaron sus distinguidas Power Ballads como “Send Me a Angel”, “Wind of Change” y “Still Loving You”, acompañados por un juego de luces y de propuestas visuales muy llamativas. Mikkey Dee quien fuera baterista de Motörhead, King Diamond, y ahora de Scorpions, tuvo tiempo para un solo de batería increíble. Pese a los problemas que hayan sucedido con el sonido, Scorpions fue como una máquina aplanadora. “Rock You Like A Hurricane” fue la última canción de su repertorio para despedirse de la capital por tercera vez.

Ya todo estaba listo en el Campín para recibir a Kiss en concierto. Los cuatro inflables titánicos que han acompañado últimamente sus giras empezaban a aparecer en tarima y a iluminarse mientras transcurrían los 45 minutos de espera. Finalmente, a las 10:00 pm en punto (como estaba programado) las luces del estadio se apagaron y dieron paso a todo el protocolo audiovisual, la previa de Kiss, para finalmente escuchar el “You wanted the best, you got the best”. Arrancó el inicio del fin de una fiesta espectacular con “Detroit Rock City” y “Shout it Out Loud”, entre otros clásicos que no se hicieron esperar como, “Deuce”, “I love it Loud”, “Cold Gin”, “Do You Love Me”, “Lick it Up”, “Heavens of Fire”, “Makin´ Love” y por supuesto, no podían faltar los solos de Tommy Thayer, de Gene Simmons en “God of Thunder”, de Paul Stanley con “Love Gun”, volando por los aires (sueño cumplido) y claro, la gran “Black Diamond” haciendo que las plataformas y la batería de Eric Singer se elevaran entre humo y juegos pirotécnicos. También hubo tiempo para “Psycho Circus” y una canción del Sonic Boom titulada “Say Yeah”. Lo que tomaría a muchos por sorpresa, especialmente a los que íbamos por primera vez, es que se asomara un piano de cola para dar inicio a “Beth”, canción que además puso lágrimas en más de un alma. Finalmente acabaría la fiesta con “Rock And Roll All Nite” con pirotecnia, confeti y todo lo que una celebración de semejante altura implica. Acto seguido, se asoma un letrero de Kiss con los colores de nuestra patria agradeciendo a la capital una vez mas y por ultima vez (¿Será?) mientras “God Gave Rock And Roll To You” nos daba la despedida a quienes mientras salíamos empezábamos a tararear la canción.

Rostros de cansancio, pero de felicidad, dejaban el estadio El Campín. La gran hermandad del Rock estuvo presente en bastantes situaciones, nunca se permitió que nadie que tuviese intensiones de apagar la fiesta lograra su cometido, pues la Policía y el público actuaron de inmediato para apartar a aquellos personajes, ni siquiera los problemas de sonido o el bajo nivel de volumen impidió que nos gozáramos cada canción de Kiss. Fue genial ver que para nadie sos un desconocido, entre todos nos ayudábamos a bajar o subir escaleras, a pasar chicles, papitas, mentas con devueltas completas, en fin, una fiesta de Rock para todas las edades y con todo respeto.

Una noche que quedará para el recuerdo de muchos. Aquel 15 de abril que esperemos el otro año se repita. En mi caso particular, feliz de haber estado en compañía de una Diosa entre Monstruos Del Rock.


Diego Moncaleano
01 . 06 . 1986
Docente . Lic. en Música
Vocalista en Symphony Of The Night
Equipo de Trabajo en Lágrimas de Acero