Fotos: Cavernet Rock
Diciembre 1 y 2 de 2017
Coliseo de Tejo, Unidad Deportiva Panamericana
Cali, Colombia
El
último mes de 2017 trajo consigo el evento principal del año para el rock/metal
caleño que en esta nueva edición sería una alianza estratégica como en 2016
para optimizar tanto recursos de la Secretaría de Cultura como propios de la
autogestión de la organización, muestra fehaciente de lo complejo que es hacer
conciertos de mediano y gran formato en nuestra ciudad, de magnitud no comparable
con el Altavoz ó el GritaRock, por citar dos a nivel país.
Es
así como esta ocasión y a diferencia del año pasado, se agrupó en dos días
temáticos con ocho bandas para el primero y once para el segundo, cada uno
encabezado por internacionales de peso como Obituary y The Casualties,
respectivamente.
Día 1, Metal:
La Cruzada del
Fuego,
el evento de metal más importante del género en Cali por antonomasia, anunció la
leyenda del brutal death norteamericano acompañados de una selección por
convocatoria de un buen cartel local iniciando con The Remains, a quienes habíamos visto recientemente en Tuluá y Dementor. Unos precisos y muy enérgicos
Blackburned por primera vez tendrían
una tarima grande en la ciudad para demostrar todo el poder de su hard rock/heavy
metal contemporáneo que en febrero cumplirá cuatro años. Más que pendientes
estamos de su primera placa la cual lleva meses en proceso. A continuación Nihil Obstat tomaría el lugar de Evil
Darkness para demostrar porqué son un referente nacional en cuanto a death
metal se refiere luego de tomar parte de Suffocation en Medellín en septiembre
pasado.
Blackburned.
Nihil Obstat.
Desde
Armenia, Evil Darkness tras superar
contratiempos en carretera continuaría la descarga de brutal death de gran
nivel con buena acogida del público que ya entrada la noche y con tremendo
aguacero típico de la época del año, llegaba cada vez en gran número esperando
el artista principal. Bloodshed,
joven agrupación caleña cuyo EP debut reseñamos en julio y que en un año de
trayectoria ha ascendido en la escena local y regional renovando la energía y
propuesta del género en la capital del Valle, descargó su repertorio y covers de
Belphegor y Grave dejando una cota muy alta que solo la superaría el acto
central de la noche, Obituary.
Evil Darkness.
Bloodshed.
Cerca
de 500 almas si no eran más, agrupadas bajo la cubierta del Coliseo de Tejo y
ante una lluvia incesante, esperaban impacientes la salida de los de la
Florida. Veinte años atrás, como pudimos constatar a voz de pasillo, era
impensable creer poder tener a los hermanos Tardy en Cali.
Con ansias y muchas
expectativas las almas apasionadas por el death metal esperaban por Obituary, el plato fuerte de la noche.
Sin mucho retraso ni mayor parafernalia, el quinteto originario de la Florida, death
metal old school, inició su show casi que a perfección con el horario previsto.
“Redneck Stomp” como es costumbre en todos sus conciertos desde 2005 en que fue
lanzada, fue la primera canción para ser interpretada. Se dice que esta canción
instrumental contiene todos los elementos sonoros contundentes y propios de la
banda por lo tanto al ser tocada en vivo para el ingeniero en consola, aparte
de las pruebas de sonido previas es un certificado de calidad de lo que se
viene para el público.
Después de un corto
saludo de parte de John Tardy, la máquina destructora desplegó una a una,
canciones que han sido significativas para la historia del death metal como “Sentence
Day”, “Chopped In Half” y “Visions In My Head”, a lo que el público respondió
enérgicamente a los riffs más que las letras a pesar de ser canciones nuevas.
Terry Butler, pieza fundamental en el desarrollo de este género del metal como
tal presentó un sonido realmente sorprendente. Su bajo sonaba compacto como
concreto y contundente como una bofetada, Donald Tardy hacía lo propio en la
batería con un estilo muy propio y triturador para tocar siendo la espina
dorsal de la bestialidad de banda que son, Kenny Andrews no se quedaba atrás en
la guitarra y Trevor Peres quien dio una clase magistral de cómo hacer death
metal del más alto nivel tocando en
mochos y con una Fender Stratocaster.
En vivo Obituary es una agrupación reconocida
por su energía y su sonido compacto. La experticia y el acople en más de treinta
años de tocar juntos y toda una vida dedicada a los sonidos extremos dio sus
mejores frutos en la tarima de la Cruzada
del Fuego. La recién lanzada, “A Lesson In Vengeance” fue interpretada como
todo un clásico pese a haber sido publicada
este año. Es de apreciar que siendo una canción tan joven, haya sido tan bien
digerida por el público. La agrupación ha sabido mantener su sonido primordial
identificador intacto a través de los años, esa combinación de riffs minimalistas
de sonido siniestro tocados en tiempos serenos con los agonizantes aullidos de
Tardy expresan profundo tormento y
terror.
Entre canciones muy
nuevas y composiciones realmente clásicas como “Dying” del Cause of Death y “Don´t Care” del World Demise, avanzó a ritmo constante el concierto deleitando
totalmente a una masa palpitante de fanáticos durante aproximadamente hora y
media del más rudo y rítmico death metal. Cabe resaltar que al final de
concierto escuchamos varios comentarios lamentándose que tocaran “tan poco tiempo” y es entendible desde
el punto de vista que cuando algo se disfruta tanto, el paso del tiempo no se
siente, caso muy puntual en este concierto. Para terminar los Tardy Brothers y su combo tocaron con
fuerza y clase el himno “Slowly We Rot”, coreado, gritado y aplaudido por el
público.
Obituary
dejó un buen sabor de boca y la barra muy alta en cuanto a presentaciones del
estilo musical en esta ciudad. Fuimos muy afortunados de poder ver en vivo tal
nivel de músicos y de una manera desgarradora cómo la historia del death metal
de la Florida puede ser sentida en un condensado sonoro, aplastante, compacto.
A pesar de contar con varias décadas encima dan la impresión de estar
escuchando a los mismos “pelaos” que por allá en el ´84 les dio por hacer este
ruido enérgico y brutal porque les encanta. Definitivamente aún se ve y se escucha
lo mucho que lo disfrutan y cómo se divierten en tarima. ¡Tremendos!.
Así
terminó la primera jornada ante la sorpresa acerca de que Nervochaos no se presentaría por motivos de último momento. Estamos
seguros que no se les echó en falta.
Día 2, Rock:
El Festival
Calibre,
en más de una década se ha caracterizado por ser la insignia y principal
escenario del rock alternativo en la Sultana del Valle. En este caso incluyó un
colectivo de bandas que sabemos se destacan desde sus diferentes propuestas y
que cuentan con público que asiste a los pequeños eventos del circulo local
para el caso de Cali o nacional en el caso de Feed Blak, de Pasto. No deja de ser desmotivante la ausencia de dicho
público que se perdió la ocasión, única en el año, de poder observar diez
buenas bandas además de la internacional de cierre. Por supuesto independiente
de que sean o no de nuestro gusto o interés personal y que estas tengan que
hacer su rutina en vivo ante tan escasa asistencia, es lamentable desde todo
punto de vista que el público alterno/rock/punk no haya apoyado –infame palabra
del medio– el cartel del Calibre y
que solo haya respondido con aguas tibias cuando se acercó el momento de tener
a la última banda en tarima.
Red Sun Cult.
Destacamos
el esfuerzo de Biofonic, que inició
la tarde sumado a Coffee Machine, Coyote Rojo, Feed Blak y Azulados. Red Sun Cult, que había girado por
México a finales de octubre y principios de noviembre con un EP reciente a cuyo
lanzamiento asistimos, dio todo para quienes tenían ganas de verlos. Zola, metal power trío, hilvanó una
correcta y muy destacada presentación. Paréntesis: Su promocionado ají rinde
homenaje al tema del mismo nombre, “The End Of
Days To Come”, muy bueno y totalmente recomendado para los cultores del
picante culinario.
Zola.
Sin Pudor.
De
Bogotá, las chicas Sin Pudor
llegarían cargadas de punk clásico luego de su paso por Rock Al Parque. Con muchas ganas y buen show, dieron todo tratando
de hacer que la gente se moviera generando un tímido pogo al final de su
participación. Con Immodium, que
cuenta con dos álbumes y buen recorrido y Vientre,
que no ahorró esfuerzos en llegar al público, cerró el bloque local/nacional
cuando ya los neoyorkinos se encontraban en camerino listos para salir a escena
y darle luz a una noche gris.
Sin
presentaciones ni anuncios previos y con un intro
con fragmentos de clásicos del género, The
Casualties dió inicio a su presentación derrochando energía y ganas de
llegar a sus seguidores. Con un medley de tres temas de sus paisanos Ramones y
una gran selección de su discografía en 27 años de carrera, se despedirían para
dar por terminada esta nueva edición de este Festival conjunto.
Agradecemos
a la Organización en cabeza de Edwin Villareal, Carlos Balcázar y Danny
Castillo, por seguir creyendo en la escena caleña y facilitar nuestra labor. Años
atrás -nos incluimos- no llegamos a tan siquiera imaginar tener en casa a dos
grandes bandas como Obituary y The Casualties y sabiendo de primera mano el
potencial y nivel de las bandas locales y nacionales quién lo diría, al final fue
el público del segundo día el que dejó la asignatura pendiente. Esperamos
vernos en 2018 en una nueva versión con los mejores deseos de seguir uniendo
fuerzas en esta tropical plaza. Agradecemos a Karent Hoyos quien por segunda
vez colaboró con este medio de prensa con su registro gráfico. Así cerramos nuestra
labor en cubrimiento de eventos por este año. Nos vemos en 2018. Cavernet Rock.
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