Por:
Jose Paschu . Director
Fotos: Cortesía Golden Box
Hugo
Restrepo (HR), guitarra. (Rock Factory, Solista, Kraken)
Alejandro
Villa (AV), voz. (Valkian)
Catalina
Villegas (CV), bajo. (Rock Factory, OtraBanda, Lilith, Eve The Band)
Iván
Cordero (IC), batería. (Punto Aparte, Agressor)
22 . 07 . 2015
Academia Musical
Solo Rock,
C.C. Vizcaya
Medellín
La
capital antioqueña, considerada por propios y extraños como la cuna del metal
nacional, de manera permanente ha visto el círculo vital de agrupaciones de
rock en surgimiento, auge y caída, guardando las proporciones. Golden Box es una banda de reciente
creación que, aún sin grabar su primera producción discográfica, conociendo los
antecedentes musicales de sus integrantes y algunos teasers de audio publicados en sus redes oficiales, sirven de referente para lo que podremos oír y ver muy pronto.
Tuvimos
el gusto de conversar con ellos en su lugar de ensayo al suroccidente de la
ciudad, en exclusiva para Cavernet Rock celebrando nuestro cuarto aniversario. Esto es Golden Box, hard rock/heavy contemporáneo hecho en Medellín.
CVR: Buenas
noches, queremos que quienes nos leen/siguen los conozcan y, haciendo un poco
de historia, saber cómo llegó el rock a la vida de cada uno de Ustedes. Las
mujeres primero, por favor.
CV: Yo soy Cata
Villegas, tenía siete años el año en que lanzaron “I Hate Myself…” de Joan
Jett, que fue la primera canción que yo escuché y dije “Juepucha, qué es esto”. No soy muy fan de Joan Jett pero obviamente
respeto la marca que ella ha dejado en la historia del rock y empezando por
ahí, me llamó mucho la atención. Por ahí a los diez u once años conocí mi banda
insignia que es Smashing Pumpkins, con ellos empezó la locura y obsesión por la
música y el rock and roll. Fueron unos años demasiado obsesivos, es quizás la
influencia más pesada y además lo que hizo que empezara a tocar bajo.
AV: Soy Alejandro
Villa, hoy por hoy estaría escuchando – y no es que me choquen – a Alberto
Plaza, Santiago Cruz o Andrés Cepeda de no ser por mi hermano. El en la casa
oía música a todo taco, Bon Jovi, Iron Maiden, Helloween. Al principio yo decía, “Qué es eso tan cansón” luego, “Ya no es tan cansón” y después, “Eso está como bueno” y al final, “Bueno, me gusta”. Fue como a los ocho o
nueve años que empecé a meterme en la biblioteca de él, encontré a Mr. Big que
es de mis bandas favoritas y después en la época del colegio que me metí en el
cuento de tocar y cantar, redescubrí al vocalista de Helloween, Michael Kiske,
un alemán que siempre ha sido mi norte y gracias a eso me metí más de lleno a
cantar en vez de tocar. Por él soy quien soy, hoy por hoy.
IC: Soy Iván
Cordero, soy el baterista, todo empezó afortunadamente por unos padres
fanáticos de Santana, de los Beatles y por supuesto esa era la música que yo
escuchaba cuando pequeño. Finalmente mi compromiso con el rock empezó con una
banda que sé les va a dar mucha risa, KC & The Sunshine Band, porque una
amiga de mi mamá me regaló un cassette de ellos cuando yo tenía siete años. Lo
oía constantemente, me di cuenta de muchas cosas, que se podía grabar, se podía
buscar música y bueno, afortunadamente nací en los setentas entonces creo que
he sido bendecido por eso. Esto fue en Bogotá, después me vine para Medellín y
aquí empecé con la goma del movimiento metalero y el heavy metal. Ya eran los
cassettes que llegaban a uno grabado del grabado del grabado, medio escuchaba
uno las melodías porque ya solo se escuchaba el redoblante. El charles y los
platillos no existían para uno porque no se oían, pero era la goma. Luego fue
empezar a decir “Vamos a hacer una banda”, Yo me pedía la batería, el otro la
guitarra. Al que se la pidió le pareció que era muy difícil entonces no siguió
tocando. El terco que soy yo, encontró que la batería era muy difícil pero
siguió y la hizo de tarros, de radiografías, siempre detrás de los que tenían
batería como Bullmetal (*) en esa época. Había casi que una sola batería para
todo Medellín, siempre babeándome cuando veía una batería en Yamaha de la 33
que había una blanca que nunca pude comprar, recién estoy pensando en poder
comprarme una (risas), pero era eso, los ensayos en los garajes y pues esto
como que no muere nunca.
HR: Yo llegué a la
música por Kiss. Cuando tenía doce o trece años descubrí el “Alive II”. Ese era el año ´78, el álbum negro con rojo y las fotos
de ellos que se abría en dos y la primera canción de rock fuerte que escuché
fue “Detroit Rock City” y de ahí ya no me bajó nadie de ese bus. Yo antes de
eso sí oía Silver Convention, oía a los Carpenters, oía Beatles, pero mira que todo
era relacionado con la llamada “música americana”. Yo nunca fui de música
colombiana ni de vallenato, nada, en ese aspecto soy muy mal colombiano.
Después de que oí Kiss, hice mi primera guitarra con la guitarra de mi papá. El
toca guitarra y acordeón, yo la desbaraté. Fui donde un carpintero y le dije “Vea esta es la guitarra de este señor que
tiene una estrella en la cara, córtela parecido a eso”. Era una tabla que
se pintó de negro y le pegué un micrófono que era para guitarra acústica y la
conectaba al equipo de sonido de la casa.
Eso
para resumir la historia. Yo me llamo Hugo Restrepo, pertenecí a la formación
original de Kraken desde el año ´83 hasta el ´93. Fueron diez años en que
trabajé como arreglista y compositor de las guitarras rítmicas y líderes con mi
compañero Ricardo Posada. Estuve en varias giras a nivel nacional e
internacional con la banda hasta que en el año ´93 me retiré porque ya tenía un
proyecto que se llamaba, se llama, Solo
Rock que es la Academia. Entre el año ´91 y ´93 trabajaba con Solo Rock y Kraken. Al final tomé la
decisión de seguir sólo con Solo Rock
porque era una forma de vida que me ofrecía estabilidad además me casé y tengo
dos hijos, Daniel y Simón.
CVR: El primer
concierto de rock al que fueron.
HR: Fue un
concierto de Carbure, Nash y Fénix. Después me tocó uno de un grupo llamado
Argus, unos pelados de Miami.
CV: El mío no fue
precisamente de rock. Se van a reír, fue a ver a Paula Abdul. Qué hijuemadre
concierto, ella bailaba muy bueno.
AV: El primer
concierto de rock al que fui, yo siempre dije que tenía que ser un momento
histórico en mi vida y no lo fue. Fui a Apocalyptica con mi hermano, lo
disfruté mucho, muy bacano pero para mí, fue uno de Avantasia en Bogotá.
IC: No es
lambonería Hugo, pero mi primer concierto fue Kraken en el Carlos Vieco, cuando
tocaron solo quince minutos por la lluvia de piedras.
HR: Sí, eso fue un desorden.
Nos sacaron a pedradas porque los punkeros no se la llevaban con los metaleros,
eso es histórico en Medellín y en Colombia. Entre ellos se odiaban.
CV: Era guerra,
guerra.
IC: De ahí salió
“Estamos en Guerra”, de Agressor.
CVR: Continuando
con la historia, cuál fue el primer disco (LP, CD, cassette) que compraron de
rock.
IC: Yo, el que te
decía que me regalaron, KC & The Sunshine Band, era americano y todo. No sé
qué lo hice (risas), me hubiera gustado guardarlo.
CV: Yo recuerdo dos
CD´s, uno de los primeros, el “Siamese
Dream” de los Pumpkins y el otro, no me acuerdo del nombre del disco, pero
era de B-52´s.
HR: El primero que
yo tuve fue el de Kiss pero no era mío sino de un amigo de mi hermano. El
primero que compré, que recuerde, fue uno de Ted Nugent.
IC: El primero que
compré, que me tocó mandar a mi mamá a comprarlo porque no podía salir, fue el primer
“Llena Tu Cabeza de Rock”, que lo
compré con plata mía del recreo en el año ´84.
HR: Ahí salía
“You´ve Got Another Thing Comin´” de Judas.
IC: Así es. Salían
Santana, REO Speedwagon, Nina Hagen.
CV: Tengo una historia
triste con un cassette. Muy chiquitica, cuando todavía vivía en Colombia, yo
quería comprarme el de Toreros Muertos. Fui al Éxito con mi mamá, yo una
cagoncita de 8 años que quería ese cassette. Mi mamá miró la portada y
preguntó, luego fue “No, ni se te ocurra”.
Me compró el de Flans (risas).
AV: Mi primer CD,
porque yo soy más de esta generación (risas), fue de Good Charlotte.
CVR: Para
terminar de redondear la historia, cuál fue la primera banda de rock en la que
tocaron.
HR: La mía fue
Kraken y no más.
IC: No me van a
creer. La primera banda mía se llamó Belfegor. Los integrantes eran: El
vocalista se llama Alex Okendo, el guitarrista se llama Juanes, el bajista se
llama Andy y el baterista era yo y me cambiaron por Esteban Mora porque yo no
tenía batería.
TODOS: Risas.
IC: Todo porque el
papá de Esteban le compró una batería de segunda, me cambiaron y allí formaron
Ekhymosis. Antes de eso ensayábamos en mi casa, tengo hasta una grabación. Juanes amplificaba usando una grabadora creo que era del papá o del abuelo,
Andy amplificaba el bajo con el equipo de sonido de mi casa y Alex si a pleno
pulmón.
CV: La primera
banda que yo tuve fue una cuando vivía en Estados Unidos, no tuvimos ni nombre
porque hicimos solo dos conciertos. El primero que hicimos fue un desastre
porque se reventaron cuerdas de guitarra, hubo un pogo horrible, se cayó parte
de la batería, el sonido era pésimo pero fue una de las experiencias más
bacanas.
AV: Lo mío va por
el mismo lado. En la época de colegio, el parchecito de amigos, éramos tres
guitarras. Las guitarras nunca sobran aunque hagan lo mismo (risas). No,
mentiras Hugo, yo nunca dije eso. Tres guitarras, yo cantaba, bajista y
baterista, tocábamos full covers, no teníamos nombre. Nos pusimos por molestar “Los Querubines Negros del Molocontongo”
(**).
TODOS: Risas.
CVR: Cómo surge
la idea de formar Golden Box, hemos investigado por nuestro lado pero mejor que
sean Ustedes quienes lo cuenten.
HR: Organizando un
fin de semana el clóset, sacando cosas, ropa que uno va a regalar.
IC/CV: De esas cosas
que la organizada no fue tu idea sino de tu señora, a ella debemos darle las
gracias (risas). Sí, gracias a Clarita. Uno no mira el clóset en plan de
organizada. La señora es la que le dice a uno.
TODOS: Risas.
HR: Cualquier día
que nos dio por organizar el clóset apareció una caja rectangular con un poco
de cassettes. Dije “Ve, esta caja es
donde yo guardaba mis composiciones para cualquier cosa. Todo lo que las he
buscado”. Y empecé a oírlos, “Mirá
esta canción, mirá esta otra”.
IC: ¿Y sí tenías
dónde ponerlos?
HR: Sí, claro,
tenía dónde escuchar. Llamé a Catalina a avisarle, “Mirá lo que encontré en esta caja como con cinco cassettes que
contienen las pistas de un poco de cosas que tenía ahí grabadas”. Inclusive
hay un cassette con ensayos de Kraken que no lo he podido oír porque está como
pegada la cinta. Ensayos del ´83, del ´84, ensayando e improvisando. Hay cosas
muy interesantes allí de cosas que nunca se grabaron que yo podía recoger y
transformarlas hoy en día. Llamé a Cata, le tomé fotos a la cajita con los
cassettes hasta que llega y me dice que por qué no le poníamos al grupo Golden Box, porque es como un tesoro
que me encontré.
CV: Y es que
llevábamos un buen rato pensando el nombre y bueno, retomo un poquito atrás.
Hugo y yo tocábamos antes en Rock Factory que era una banda de covers con Richi
Posada. Después de eso surgió la idea de armar algo. Hugo tenía algunos audios
en MP3 en el computador y me los pasó, desde finales del año pasado veníamos
hablando que sería chévere montar algo y llegamos a tener dos ensayos. Después
no se qué pasó que nos perdimos, Iván estuvo de viaje, Solo Rock cambió de sede.
HR/CV: Y no había
cantante. Sí, no teníamos cantante hasta que apareció este muchacho. Alejo
trabajaba con Hugo en la Academia.
HR: En algún
momento le dije a Cata, “Estudiáme a este
pelao, mirá a ver qué ha hecho y oílo cantar. Si a vos te gusta, a mí me gusta”.
Ella me dijo que sí, que él tenía severa pinta y mera actitud, que canta, pronuncia bien el inglés y bueno, yo quedé muy mal acostumbrado, la verdad.
IC: ¿Con Elkin?
HR: Claro, lo que
pasa es que Elkin cantaba mucho entonces yo quedé muy mal acostumbrado para
conseguir un cantante que subiera, que tuviera carisma. Cata lo investigó y si
le gustó a ella me gustó a mí, porque ella tiene criterio para decir si canta o
no canta, si es afinado o no, si tiene timbre o no lo tiene. En el primer
ensayo yo no tenía ninguna expectativa, no entendía lo que cantaba pero sí oía
el timbre de la voz y ya me monté en la película, me lo imaginaba grabado y
todo.
CVR: Con los teasers publicados en SoundCloud, ¿Qué
puede esperar el público, a qué apunta Golden Box?
HR: Hay una ola
europea de los países del norte de Europa de grupos de heavy muy bacanos que
están rescatando ese sonido pero con propuesta. Suenan a ese heavy que a mí me
tocó pero con riffs nuevos, un sonido poderoso y estamos bregando a meternos en
esa paila.
IC: Un ejemplo muy
cercano para nosotros es Saxon, el último trabajo - “Sacrifice” - es espectacular. Es la madurez de un grupo, ojalá
pudiéramos llegar a algo así y aunque la base o el ochenta por ciento es Hugo,
nosotros tratamos de meterle cada uno nuestra propia influencia y suena muy bacano.
HR: Sí, todos esos
grupos como Gotthard, TNT, Black Star Riders, un poco de bandas buenísimas y
que están activas y otras que son relativamente nuevas que son de manes de
treinta y pico de años que les tocó lo último de los ochenta y ya que son adultos
quieren hacer eso y lo están haciendo supremamente bien. Nosotros dijimos que
si los alemanes, los suizos, los suecos y hasta Shakira cantan en inglés, pues
hagámoslo en ese idioma. Respetando y valorando lo que Kraken hizo en español.
En esa época yo lo toqué y me gustó, no voy a decir que ahora que tengo mi
grupo ya el español no me gusta. Pero si yo quiero expandir las fronteras, hay
que cantar en inglés para de alguna manera penetrar ese mercado ya que a nivel
global a los colombianos ya nos creen en el tema de la música.
IC: Al menos el
tema de la necesidad de estrellato, al menos por este lado ya pasó. Es muy
bueno sentirla pero yo creo que nos une más las ganas de hacer algo bueno, que
sea honesto y así suene a cliché, que nos guste a nosotros y que realmente a la
gente le llegue.
CVR: ¿Cuántos
temas propios tienen compuestos hasta el momento?
HR: Propios tenemos
ocho y otros dos en camino. Yo soy muy creativo, los riffs me salen
permanentemente. Aunque de esos ocho hay uno que quiero sacar porque como que
no cuadra con el estilo.
IC: A veces toca
parar a Hugo (risas). Hay una canción que decimos que suena a background de porno de los ochenta.
AV: Uy, esa tiene
que ir (risas).
HR: Se la cambio
por una que tiene un aire a “Can´t Stop Loving You” de Van Halen, para cuando
pensemos en las baterías y lo demás.
IC: Es la que más
me gusta de Van Halen. Yo toco lo que sea, he tocado hasta son cubano. Salsa
no, no porque no me guste sino por difícil. Apenas estoy entrando con el tema
del latin jazz, si escuchas a Dave Weckl, el ochenta por ciento de las bases que
ese man hace son latin jazz, por eso es tan teso.
CVR: ¿Grabación
para cuándo?
HR: Para noviembre,
si todo sale como queremos.
CV: Tenemos fecha
separada para mediados de noviembre en La
ZonaPro con Sergio Giraldo. Queremos grabar un EP de cuatro canciones. La
idea no es sacar por sacar.
CVR: Hablando de
escena rock a nivel local y nacional, ¿Cómo ven la realidad actual?
HR: Si no es por
Elkin, esto ya estaría muerto. Hay grupos de aquí, Bogotá, Iván cita a Krönös
de Cali, pero yo no veo escena de público rockero aquí en Medellín, yo no lo
veo, de pronto porque estoy metido en Solo
Rock todo el día y me he alejado de la escena aunque uno ve Rock Al Parque y eso es lleno.
IC: Yo he visto que
en periferia como Rionegro, Marinilla, Guarne, Andes, el metal es muy fuerte y
pega mucho. Aquí en Medellín desgraciadamente tenemos que pelear contra el varela, el vallenato, el reggaetón y la
ranchera, y el tema de que el metalero es muy chichipato y no se toma sino una
cerveza en la noche, es muy relativo. Yo estuve en el concierto de Exodus el
año pasado, fue lleno total y la boleta no era a diez mil pesos aunque tampoco
era muy cara.
HR: Estamos
hablando de los metaleros de cierta edad que ya trabajan y ganan plata.
IC: Claro, aunque
igual había mucho sardino.
CV: Además estamos
comparando público acá que va a ver una banda local con el que va a ver una
banda extranjera. Prefieren gastar en la banda extranjera. En Estados Unidos la
gente paga veinte dólares para ver una banda local así no la conozca. Yo
pienso que existe un cluster de gente
muy buena haciendo un trabajo muy duro para sacar adelante la escena rock pero
en el fondo no hay apoyo general.
IC: Yo tengo una
banda de covers, se llama Punto Aparte, y sabemos que a nosotros nos van a ver los amigos, eso es así.
CV: Sí, es que los
eventos de covers se mueven más fácil aquí en Medellín que los de música
propia.
AV: El problema es
que la gente no consume cultura. Una entrada/cover de cinco mil pesos es la
cosa más terrible.
IC: Otra cosa es la
falta de espacios, no hay un buen número de bares dónde tocar. Pareciera que
las bandas que hay ya tienen sitio fijo donde hacerlo. Existen algunas cuatro o
cinco bandas de metal que vienen tocando juntas que son muy organizadas,
prensan en Europa su material, sus vinilos, autogestionan sus camisetas y hacen
eventos entre ellos y mueven su propio público desde el underground. Eso para mí es hacer escena así no me guste el género
que tocan. Lo otro son locales en los que tratamos de entrar a ver si nos dejan
tocar y a riesgo porque uno es el que lleva el sonido, pone a alguien en la
puerta a cobrar, sitios donde toca quedarse hasta las cinco de la mañana hasta
que les dé la gana de pagar, terrible.
HR: Me perdonan lo
que voy a decir y no sé si es muy pretencioso, yo quedé muy mal acostumbrado,
insisto. Yo ya no tengo la edad, si no lo hice a los veintisiete no lo voy a
hacer a los cincuenta años el ir a buscar amplificadores, quedarme hasta la
madrugada a esperar a que me recojan, coger un taxi, mover equipos para no sé
dónde. Le dije a Cata, yo hago un grupo donde salgamos desde el comienzo como profesionales
de una vez con un producto bien hecho, bien grabado, con una estrategia. Pero
repito, no es pretensión mía, ni querer ser creído o exigente sino que uno ya
incluso por imagen, crear una banda como Golden
Box y de cómo se maneje, se tiene que hacer de manera profesional. Que sea
y dé apariencia de ser un grupo organizado, no porque tengamos el dinero como
un burgués para hacerlo sino porque lo queremos lograr con lo que tengamos.
CV: Además que, complementando el comentario de que hay poco consumo de cultura dentro de la
ciudad, también hay muy poca oferta de alta calidad. Seamos honestos, uno ve
muchas bandas locales de gente muy buena pero también otra que ni siquiera
afina guitarra, que hace prueba de sonido media hora antes de la hora del toque
o que se suben borrachos.
HR: Ahora, no ser
burgués es este tema, yo no sé por qué los grupos tienen que empezar desde la
inmunda para ser alguien. Al rock en Colombia hay que darle estatus, es la hora
de que el rock en Colombia se vuelva burgués en el buen sentido de la palabra,
que cobija a todos los que nos gusta este tema desde estrato uno a estrato
seis. Por el término burgués no me refiero al estado económico sino a que hay
que hacer las cosas bien hechas porque el rock en Colombia se lo merece.
CVR: ¿Cuál fue
el último concierto de rock al que fueron recientemente?
CV: El último
concierto fue Rush, que los vi en Tampa hace un mes aunque el fin de semana
pasado fuimos a Hamburgo Bar a ver
una banda de nenas que se llama Poison Apple. Muy interesante ver mujeres en el
cuento en un medio masculino y muy jóvenes además.
HR: Alumnas de la
sede Laureles de la Academia. Yo al último que fui fue al de Angeles del
Infierno en la Universidad de Medellín.
AV: El último al
que fui fue el de Avantasia. Local, sí he ido a ver cosas.
IC: Yo este año
estuve en Chicago y vi muchas bandas de blues en cada bar. Ni siquiera hay
cover en esos bares. No vi instrumentos, baterías, muy costosas. Para ellos un
escenario es un templo, es sagrado. Aunque estén improvisando suena bien, nos
llevan años luz.
CVR: Si tuvieran
que partir en este momento de este mundo, ¿Qué álbum de rock, qué banda, qué
canción, se llevarían?
AV: “Keeper Of The Seven Keys, Parte II” de
Helloween.
CV: Yo me iría con “Mellon Collie And The Infinite Sadness”
de Pumpkins.
HR: Yo me llevaría
a “Two Minutes To Midnight”, Iron Maiden, “Powerslave”.
Para mí reúne todo el concepto rock. El “Piece
Of Mind” y el “Powerslave” son lo
mejor, Maiden es Maiden.
IC: Yo me llevaría
“Comfortably Numb” de Pink Floyd. A mí me encanta el “Live After Death” de Maiden, lo tengo venezolano que venía doble.
El colombiano, era horrible el color. La frase de Howard Phillips Lovecraft de
la tumba ni siquiera se entendía por lo borrosa de la imagen.
Así
cerramos esta entrevista no sin antes registrar un saludo en video para esta
casa, disponible en nuestro canal de YouTube. Luego, muy amablemente Hugo Restrepo firmó mis vinilos de Kraken y el
libro de los treinta años lo cual espero hacer muy pronto con Ricardo Posada,
habida cuenta que nos une en lo laboral el gremio y oficina en la cual vengo
ejerciendo desde mi llegada a esta ciudad en 2013.
Agradecemos
a la banda y en especial a nuestro amigo y colega arquitecto en Cali, Jhaco,
quien fue el artífice para contactar a Catalina Villegas y, tras un par de
meses y ajustar disponibilidades, poder realizar esta nota y publicarla dentro
del marco de la celebración de nuestros primeros cuatro años al aire. Estaremos
muy pendientes de Golden Box,
agrupación que sin duda está para grandes cosas. Gracias, Medellín ciudad
metal. Cavernet Rock.
Golden Box, saludo para Cavernet Rock
Edición: Maco (director de Lágrimas de Acero, Cali)
(*) Mauricio Montoya, Bullmetal. Fallecido baterista ex integrante de grupos
como Typhon, Agressor y Amén, entre otros. Director del programa radial La Cortina de Hierro y el sello musical Warmaster Records.
(**) Emulando el nombre del grupo de parodia cómico
musical de origen costarricense que a finales de la década pasada popularizó en
redes la “Cumbia Metalera”.
Nota del Editor: La alineación actual de la banda, la cual se encuentra en proceso de grabación de su primer disco, la completan Matías Pacheco en la guitarra y Memo Aristizábal en la batería. Foto: Adrián Díaz, cortesía Golden Box, 2017.
Nota del Editor: La alineación actual de la banda, la cual se encuentra en proceso de grabación de su primer disco, la completan Matías Pacheco en la guitarra y Memo Aristizábal en la batería. Foto: Adrián Díaz, cortesía Golden Box, 2017.