Por: Jose Paschu . Director
Fotos, Crédito: SD Concerts
La historia cuenta que hace 36 años, en marzo de
1989, se iba a presentar en Colombia dentro de la gira mundial Out Of Order, concierto organizado por
una multinacional gasesosa/refresco en conjunto con la Alcaldía Mayor de Bogotá
y acompañado del siempre mediático Charly García, quien antaño fuera vocalista
de The Jeff Beck Group y Faces, junto a Ronnie Wood, hace rato en Rolling
Stones. Sir Rodney David Stewart/Rod
Stewart, estuvo por segunda ocasión en República Dominicana el pasado 14 de
octubre en el Estadio de Softball del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte.
Anteriormente, 2023, lo hizo en Altos de Chavón, una villa privada de lujo que cuenta
con un émulo de un anfiteatro griego al aire libre con capacidad para 5mil
personas y donde han pasado desde Carlos Santana hasta Frank Sinatra. Pero
esa es otra historia.
La fecha a la que asistimos en día martes, estaba programada en principio para la capital colombiana. Debido a la baja venta de boletería, la organización local SD Concerts tomó la palabra y se trajo el evento a tierras caribeñas, cambiando el sitio un par de veces para quedar finalmente en el Estadio de Softball y un aforo total cercano a las 4mil personas.
Con boleta y permiso laboral adquiridos con tiempo, salimos de Cap Cana en la turística provincia de La Altagracia, por vía terrestre a eso de las 4:30pm llegando a Santo Domingo y el lugar tras casi tres horas contando el tapón/trancón típico de cualquier hora pico. El ingreso muy ordenado, la Ciudad Olímpica pese a su gran extensión, nos recordó en buena parte a nuestras Canchas Panamericanas en Cali, Colombia, al reunir en un solo lugar varias disciplinas deportivas con sus correspondientes recintos. Baños portátiles, restaurantes de comida rápida y bares con precios asequibles fueron la primera parada antes de ubicar silla para la mayoría de los asistentes, muchos y muchas saliendo de la cuarta década como mínimo. Incluso llevaban tu pedido de comida/bebida a tu silla. De verdad una logística de muy alto nivel.
Una introducción con gaitas escocesas incluidas, dio paso a “Infatuation”. En adelante uno a uno, desgranó lo más selecto de los éxitos de su discografía en 50 años de carrera solista entre los que contamos, “Tonight I´m Yours (Don´t Hurt Me)”, la clásicas, “Forever Young”, “The First Cut Is The Deepest” (Cat Stevens) y “Proud Mary” (Creedence Clearwater Revival). De inmediato se destacaron varias cosas: El trío de coristas que lo acompañan, Joanne Bacon, Holly Brewer y Becca Kotte, quienes en un par de canciones lo hicieron solas mientras él se cambiaba de traje; la energía que derrocha Rod Stewart aún a sus 80 años cumplidos moviéndose por todo el escenario; y el pañuelo que nunca abandonó debido a la alta temperatura que dicen llegó a los 28°C aquella noche capitaleña.
“Young Turks”, luego un fallo al inicio de los acordes de “Maggie May” y de una, sin pausa, sin reinicios, “Downtown Train” subió los ánimos y aquí no pasó nada, señores. “You´re In My Heart”, en la cual hace homenaje al equipo de fútbol del cual es hincha, el Celtic FC de la liga escocesa, para que llegara la canción que siempre esperé poder escucharle en vivo por más de 30 años, “Have I Told You Lately”, cover de Van Morrison que Stewart inmortalizó en 1991 en su álbum Vagabond Heart. La recta final llegaría con la exitosísima, y gracias a la cual conocí al artista en tiempo real allá por 1979, cuando contaba con 6 años de edad y el bicho del Rock ya había hecho mella en mí, “Da Ya Think I´m Sexy?”, interpretada en una versión a medio camino entre el Disco y el Dance, no dejó a nadie quieto ni sentado. El cierre definitivo, sin encore, ni siquiera ante los pedidos de “otra más”, llegó con “Sailing”, bellísima versión de The Sutherland Brothers Band. Fuera sonido, fuera luces y hasta aquí fue.
Final, 11:00pm, luego de casi dos horas en vivo y unas veinte canciones. Las sonrisas eran el factor común. Poder asistir a la llamada gira de despedida del gran Rod Stewart, paga la boleta de muchas cosas en esta vida y el camino que elegimos. Si en 1989, con 15 años, en pleno décimo de bachillerato y con salario de hijo, muchas ganas de ir a Bogotá pero escaso haber en los bolsillos, con la cancelación por temas de orden público alguien me hubiera dicho “Calmáte, que algún día lo vas a poder ver y no en Colombia”, no le habría creído una palabra. A la salida de lo que fue mi primer concierto en tierras extranjeras, en esta bella isla en donde vivo hace casi año y medio, pasamos a cumplir con el arcano ritual de visitar el puesto oficial de mercancía para retomar carretera y llegar a casa poco antes de las 2:00am. El sueño y el cansancio eran lo de menos, la sonrisa en el alma lo más. Hasta la próxima, vendrán otras seguramente. Aquí, allá o acullá estaremos. Cavernet Rock.



